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Cúpula / Aumentan los delitos en motocicletas.

Columna publicada martes 8 de abril de 2025.

En la Colombia de Pablo Escobar Gaviria la motocicleta era el vehículo preferido de los sicarios.

El legendario narcotraficante tenía pistas de entrenamiento para que los binomios conductor – gatillero practicaran maniobras y así ultimar a sus adversarios.

En la novela de Fernando Vallejo “La virgen de los sicarios” se relatan en detalle los asesinatos perpetrados por motociclistas.

Todo eso ocurrió a fines de los años 80 y principios de los 90.

En la historia del México contemporáneo hemos sido testigos de crímenes de alto impacto realizados por moto sicarios.

En años recientes esos vehículos han mejorado su ingeniería; ahora son más veloces, su aceleración es más rápida, con un manejo más estable y seguro.

Pero sobre todo ahora tienen precios más accesibles. Marcas como Italika o Vento ponen al alcance de los sectores populares unidades en módicos costos.

Estos factores han provocado que las motocicletas sean las preferidas de la delincuencia.

Una motocicleta solo puede ser alcanzada por otra unidad igual.

El vehículo de dos ruedas se sube la banqueta y puede hacer giros de 180 grados en cualquier superficie ya sea pavimento o terracería.

En un escenario adverso el delincuente bota la moto y huye a pie en un tianguis o un callejón.

Una patrulla puede perseguir a una motocicleta por dos o tres cuadras, pero en cuanto comience a “zigzaguear” entre otros vehículos en poco tiempo se perderá.

La unidad policiaca nunca podrá dar vuelta en las esquinas como lo hace una moto.

Repetimos una motocicleta solo puede ser perseguida por otra igual.

En la Ciudad de México -que tiene el sistema de monitoreo más avanzado del país-, frecuentemente se registran delitos en motocicleta.

En cuestión de minutos los sicarios regresan a la colonia Guerrero, donde se encuentra Tepito o se pierden en los callejones de la alcaldía Iztapalapa.

En ese momento el mayor aparato de video vigilancia queda rebasado.

Lo que sucede en la gran urbe debe tomarse en cuenta para la seguridad de las ciudades poblanas donde urge una estrategia destinada a enfrentar un fenómeno creciente.

En los últimos años se ha incrementado el número de denuncias por delitos a bordo de motos; ejecuciones, robos y asaltos a transeúntes -incluidos cuentahabientes-, destacan como los principales ilícitos.

El mayor índice de delitos de este tipo se registra en los municipios de San Martín Texmelucan, Amozoc y Tehuacán.

En la ciudad de Puebla los delitos en esas unidades son menores por las distancias y los días lluviosos.

Para un hampón es difícil realizar un asalto en Forjadores y regresar a La Margarita.

Sin embargo solo basta hacer una cronología de los hechos para percatarse que los asaltos en motocicleta han aumentado.

A lo largo de los últimos años se muestra que la problemática está avanzando y que la tendencia va en línea ascendente.

Para enfrentar esta modalidad en primer lugar se deben adquirir unidades adecuadas para ese tipo de patrullajes y persecuciones.

Después las corporaciones deben entrenar a sus oficiales en conducción y maniobras.

Los delitos en motocicleta serán cada día más frecuentes. Las tendencias y los datos oficiales así lo muestran.

Toda estrategia de Seguridad debe leer las circunstancias, adecuarse e incluso adelantarse a los movimientos delictivos.

Ojalá las autoridades estatales y municipales no esperen a que ocurra un crimen de alto impacto para tomar medidas.

Como siempre quedo a sus órdenes.

cupula99@yahoo.com

 


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