El desmoronamiento del morenovallismo es un escenario verdaderamente dramático. La salida intempestiva y apresurada de Eukid Castañón; el entreguismo de Gerardo Islas Maldonado; la presión a la que fue sometido Marcelo García Almaguer por una figura de tercer nivel como es Genoveva Huerta y ahora la salida de David Villanueva Lomelí muestran un episodio ni más ni menos que trágico.
Aquel castillo imponente que fue el morenovallismo se va colapsando; sus paredes y columnas se derrumban hasta convertirse en polvo. Mientras tanto la mayoría de los ‘incondicionales’ han olvidado a sus finados líderes para sumarse a la cargada favorecida por las circunstancias.
Simplemente no hay principios, ni valores políticos. Salvo contadas excepciones no vemos una lealtad post mortem. Todos aquellos que se decían amigos de Martha Erika y Rafael evitan hablar del pasado y con su silencio sepultan un poco más a quienes hasta hace poco veneraban.
Cuidado, mucho cuidado candidato Miguel Barbosa Huerta. Hoy son muchas las y los oportunistas que se cambian la chaqueta para subirse al carro de Morena. Pero si ya están apuñalando el recuerdo de Martha Erika y Rafael, a usted lo van a apuñalar de la misma manera en cuanto tengan oportunidad.
Las y los agentes que sin pudor y sin rubor cambian la playera del PAN por la de Morena son la especie más deleznable y abominable de la cadena política. No tienen un ápice de valores.
Y tarde o temprano ante usted candidato Barbosa volcarán su mezquina naturaleza. La máxima tiene completa vigencia: él que traiciona una vez, traiciona siempre.
Solamente hay dos casos de verdadera lealtad y respeto a la memoria de los occisos. Ese duelo lo han mostrado Tony Gali Fayad y Luis Banck Serrato. De ahí en adelante la gran mayoría guardó en el cajón su falsa gratitud.
En este contexto la salida de David Villanueva Lomelí de la Auditoría Superior del Estado de Puebla es un momento crítico para el morenovallismo porque el funcionario era el último guardián del búnker.
Las cuentas públicas, los libros con las cifras y los montos estratosféricos, los expedientes técnicos, los avalúos y todos los secretos serán abiertos.
Que a nadie le quede duda: toda esa información financiera será utilizada de manera inmisericorde e inflexible.
El último guardián del morenovallismo abandonó el búnker. Y por supuesto él mismo será inevitablemente embarrado.
Dulcería poblana.
La campaña de Cárdenas es una comedia.
Cada semana aparece un elemento probatorio que va demostrando que Enrique Cárdenas tiene el hábito de mentir y crear falsos escenarios.
Esto se debe a que es un agente como los que describimos al inicio de la presente entrega. Cárdenas no tiene congruencia ideológica, no tiene solidez; una y otra vez se contradice a sí mismo; cambia de tesis como cambiarse de calcetines.
Cuando no hay congruencia e integridad aparecen mentiras y falsedades como una consecuencia natural. La comedia continuará durante todo el mes de mayo, por favor no se la pierda.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.
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