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El mañana del lunes 27 de enero un grupo de pastores, ministros y hasta obispos de iglesias cristianas y evangélicas ofrecieron una rueda de prensa en el corazón de Tehuacán.

El grupo de líderes cristianos solicitó que el Cabildo tome protesta al suplente de Felipe Patjane, Andrés Artemio Caballero López como presidente municipal interino.

Los exponentes supuestamente representan a 260 congregaciones; aseguraron que en caso de no ser escuchados ‘levantarán’ 40 mil firmas de cristianos y que podrían recurrir a la Ciudad de México para exponer el tema ante el presidente de la República.

El personaje central de la rueda de prensa se identificó como doctor Manuel Malvaez director del ‘Centro Cristiano Trigo y Miel Tehuacán, Iglesia de las Naciones’.

En la lectura de Cúpula debemos apuntar que estamos ante un acto de intereses completa y abiertamente políticos.

Aunque en dos ocasiones el ciudadano Manuel Malvaez señaló que hacían esa expresión como ‘ciudadanos’ la realidad es que la rueda de prensa inició citando su investidura y su calidad de líderes cristianos.

Estos pastores olvidan la máxima bíblica ‘Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios’; en el Evangelio de Mateo, capítulo 22, versículos 15 al 21 se cita:

‘15 Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.

16 Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: ‘Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.

17 Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?’.

18 Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: ‘Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?

19 Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto’. Ellos le presentaron un denario.

20 Y él les preguntó: ‘¿De quién es esta figura y esta inscripción?’.

21 Le respondieron: ‘Del César’. Jesús les dijo: ‘Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios’.

La premisa es medular en el auténtico pensamiento cristiano: la tajante separación y distanciamiento entre la fe religiosa y el César, el poder político.

También y ya entrando en materia de la separación entre la fe religiosa y la política, los pastores cristianos que apoyan al suplente Andrés Artemio Caballero deberían releer la historia de México.

En especial la Guerra de Reforma de 1858 a 1860, uno de los episodios más violentos en la historia patria y que derivó en la creación del Estado Laico, con una definida separación entre Iglesia y Estado.

Ya en el siglo XX se dio otro choque armado entre grupos religiosos y poder político. La Guerra Cristera enfrentó a mexicanos contra mexicanos en los años 1926 a 1929.

Ambos episodios, terriblemente sangrientos, son lecciones de la historia nacional que demuestran los motivos de una clara separación entre fe religiosa y poder político.

Y que la responsabilidad de ambos frentes debe reflejarse en mantener esa línea de separación y respeto.

Los pastores involucrados en la sucesión presidencial de Tehuacán van en contra de todo lo anterior.

Lo que hizo ese grupo de predicadores con sus cartas y rueda de prensa es todo lo contrario a lo que plasma la máxima cristiana escrita en el Evangelio de Mateo.

Como también va en contra de la lección que dejaron dos guerras que enfrentaron a mexicanos.

Que ésta sea una gran oportunidad para revisar la vigencia que debe mantener el Estado Laico y que las congregaciones religiosas no caigan en la tentación de querer inmiscuirse en temas que son estrictamente políticos.

‘Al César lo que es del César’.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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