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Los presidentes auxiliares de Puebla están solos, nadie los apoya, no tienen respaldo alguno. Su lucha genuina y auténtica es completamente ignorada por la clase política.

La semana pasada en esta Cúpula adelantamos que un grupo mayoritario de ediles auxiliares ofrecerían una conferencia de prensa; así ocurrió.

Los funcionarios elegidos en sus demarcaciones señalaron el abandono, la indiferencia y lejanía de Claudia Rivera Vivanco. El desamparo es generalizado, pero como muestra basta el siguiente botón: la alcaldesa únicamente envió 150 despensas para 17 juntas auxiliares.

También denunciaron que los panteones presentan problemas de saturación por el número de decesos que se están registrando y que la obra pública que se realiza es deficiente, de mala calidad y que en varios puntos se está hundiendo.

En cuanto Rivera Vivanco se enteró de la reunión de los presidentes auxiliares corrió a esconderse; con la ruindad que la caracteriza canceló una reunión programada y no hizo declaración al respecto. De plano les cerró la puerta a las autoridades auxiliares.

Quien salió en su lugar fue René Sánchez Galindo, su “cerebro y estratega político” y pidió a los funcionarios “serenarse… y no adelantarse a intereses políticos…”

Es decir, para el Secretario de Gobernación municipal no existe falta de apoyos; no hay rezago en la atención a juntas auxiliares y tampoco han quedado abandonadas las comunidades.

Según el fallido asesor municipal todo está bien en la relación con las presidencias auxiliares.

No debe olvidarse que Sánchez Galindo es precisamente el artífice y operador de uno de los grandes problemas de Puebla: el ambulantaje.

Hasta la fecha nadie conoce las cantidades que se cobran cada semana a los cientos y cientos de vendedores que ocupan las calles del Centro Histórico. Es un problema que ni siquiera mencionan.

En la Disneylandia de Claudia el combate a la inseguridad es impecable y las juntas auxiliares son atendidas de manera cabal. El problema es que solo ella y su fallido asesor creen esas mentiras.

La credibilidad de Rivera Vivanco está por los suelos y en el rubro de los alcaldes es considerada una de las peores del país.

Pero en concreto en el tema de las juntas auxiliares también debe subrayarse el silencio deplorable de los regidores del llamado G5 ahora convertido en G6. Hay que aplicar la aritmética política; reste uno y sume dos.

Rosa Márquez, Marta Ornelas, Libertad Aguirre Junco, José Luis González Acosta, Edson Cortés y Roberto Eli Esponda no han expresado una postura concreta sobre la problemática de las comunidades auxiliares. Hasta el momento se han mostrado como una oposición de saliva, pero inoperante en los hechos.

Generoso lector imagine esta imagen: Claudia Rivera Vivanco está parada sobre un vaso de cristal.

Está confrontada con el gobernador Barbosa Huerta, con los organismos empresariales, con los comerciantes establecidos del Centro Histórico, con los regidores panistas, con el bloque G6 y con los presidentes de 17 juntas auxiliares.

Repetimos la pregunta que hicimos la semana pasada: ¿Por qué no está tomado el Charlie Hall desde hace meses?

Por la sencilla razón de que en Puebla no hay operadores políticos.

Únicamente por eso.

Dulcería poblana.

San José Miahuatlán y la exitosa aplicación de sanciones.

Ya abordamos el tema de la ciudad capital, ahora vamos a una de las poblaciones más modestas de la entidad.

San José Miahuatlán es un municipio que se encuentra en la región sureste. El alcalde Héctor Gutiérrez Morales es una figura poco conocida, pero cuya labor amerita un reconocimiento mayúsculo.

Cuando se registraron los primeros casos de Covid-19 el edil ordenó una serie de medidas que no hemos visto en otro municipio poblano. En primer lugar señaló que los pobladores que no usaran cubrebocas serían multados y aquellos que no tuvieran recursos económicos tendrían que realizar trabajo comunitario.

A los pocos días de que el Cabildo suscribió las medidas, una pareja fue detenida cuando caminaban sin cubrebocas; fueron obligados por la Policía Municipal a ponerse la mascarilla y como argumentaron no tener dinero para pagar la multa se les ordenó barrer céntricas calles de la población durante dos horas.

En San José Miahuatlán los bailes populares son una costumbre; un bautizo o una fiesta de quince años se celebra con un conjunto musical. Ante esto el edil señaló que en caso de realizarse un baile, no solo los anfitriones serían multados, sino también el grupo musical se haría acreedor a una sanción de 10 mil pesos.

Los resultados positivos están a la vista.

La población colinda hacia el norte con Altepexi y San Sebastián Zinacatepec, municipios donde los casos de contagio están fuera de control y en una vorágine salvaje. Cada semana los decesos se cuentan por decenas.

Sin embargo en San José Miahuatlán los casos de contagio y los fallecimientos son mínimos.

Las cuestionadas cifras oficiales de la página coronavirus.gob.mx nos pueden dar una referencia, un marco de comparación. En ese municipio solo se han registrado 6 casos confirmados y 2 decesos, mientras que en las comunidades vecinas los números se van al cuádruple.

Es la historia de un modesto municipio que tiene autoridades más sensibles que muchas urbes.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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