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Los acontecimientos ocurrieron el 9 de julio de 2014. Era la segunda ocasión en que se aplicaba la llamada ‘Ley Bala’, la legislación que permitía el uso de la fuerza frente a manifestaciones sociales. La primera ocasión había ocurrido unos días antes en Tehuacán cuando pobladores fueron reprimidos con gases lacrimógenos por policías estatales. Empero los hechos en San Bernardino Chalchihuapan arrojaron un saldo de sangre que permanece impune.

A una distancia de cinco años se pretende reabrir el caso, con todo lo que ello implica: señalar y procesar a los responsables, autores intelectuales y a quienes encubrieron un crimen infame.

La reapertura del caso Chalchihuapan dependerá de la voluntad política del gobernador Barbosa Huerta y de la forma en que se presenten los argumentos ante la Fiscalía General del Estado.

Pero sin duda estamos ante una oportunidad histórica para llevar a formal proceso a quien ocupaba la Secretaría de Seguridad Pública en ese episodio, Facundo Rosas Rosas. El mismo que en otros tiempos fuera el brazo operador de Genaro García Luna.

La reapertura del caso Chalchihuapan deberá cimentarse sobre dos ejes. El primero debe ser una profunda revisión por parte de la Fiscalía General del Estado y el segundo eje, una nueva investigación por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Corresponderá a José Félix Cerezo Vélez, nuevo presidente de la CDH mostrar su verdadera talla y oficio al solicitar la colaboración de la CNDH y determinar el grado de encubrimiento en que incurrió Víctor Antonio Carrancá Bourget.

El caso Chalchihuapan fue un operativo ordenado, coordinado y supervisado por Facundo Rosas Rosas. Posteriormente la amañada y desvirtuada investigación corrió a cargo de Víctor Antonio Carrancá Bourget.

Ambos personajes, como funcionarios destacados del morenovallismo, también fueron responsables del crecimiento exponencial de la industria criminal del huachicol.

Hoy estamos ante la puerta de una nueva investigación que se revela como histórica y que puede llevar al banquillo a quienes llevaron a Puebla al desastre en materia de seguridad.

Dulcería poblana.

José Juan Espinosa tundido por tehuacaneros en redes sociales.

En horas recientes el diputado José Juan Espinosa subió a sus redes sociales un video en el que trata de emitir su opinión sobre la tortuosa situación política de Tehuacán.

En realidad a JJ solo le interesa llevar agua a su molino. Tratar de descalificar al ejecutivo poblano y erguirse como una voz autorizada en materia de política y legalidad.

El problema es que ya nadie le cree y mucho menos los tehuacaneros que no olvidan cuando Espinosa subió a la tribuna del Congreso del Estado con una arenga en contra de la empresa Peñafiel. Los comentarios fueron poco amables para el legislador, quien no será bien recibido en Tehuacán. Estas fueron algunas opiniones;

Zoe Van: ‘El menos indicado para opinar es éste tipo, que quería terminar con las fuentes de empleo que genera Peñafiel y ha hablado pestes de Tehuacán, solo le importan sus intereses, hipócrita’.

Maricarmen Culebro: ‘Y miren quién opina por Dios señor diputado lávese la boca y venga a Tehuacán y vea la terrible situación que se vive inseguridad, cero obras. Por Dios a usted ni quien le crea’.

Izai Tapia: ‘Señor diputado si no sabe bien la situación de Tehuacán mejor no opine nada porque si no va a ayudar, tampoco estorbe’.

La credibilidad de José Juan Espinosa va en franca picada.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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