Seleccionar página

Lo que viene es un manotazo en el escritorio principal de Casa Aguayo. Con mano firme se va a ejercer la autoridad del poder ejecutivo.

Desde hace semanas el gobernador Barbosa Huerta declaró que no va a discutir con la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, sino aplicar los preceptos de la Constitución federal y la local. Es decir, hará valer su investidura para intervenir directamente en la Seguridad Pública de la ciudad de Puebla.

Durante semanas la presidenta municipal, aconsejada por Alejandro Armenta, quiso patalear e invocaba la ‘autonomía municipal’. Sin embargo los hechos son devastadores.

Todos los análisis y diagnósticos arrojan que la gestión de María de Lourdes Rosales Martínez fue un auténtico, un verdadero desastre. La violencia y la delincuencia se recrudecieron en la Angelópolis a niveles nunca antes vistos.

Todos los delitos se incrementaron en los últimos meses: homicidios, robo con violencia, robo de vehículos, asaltos a comercios. La gestión de Claudia llevó a la ciudad de Puebla al hoyo más profundo de la inseguridad.

Pero la irresponsabilidad y la frivolidad de Rivera son tan grandes que prefiere irse de viaje a Viena o a Colombia antes que atender los verdaderos problemas. Puso la ciudad en manos de Rosales y ahí están los resultados: los meses más crudos de la Puebla violenta.

El otro jefe policiaco también abona a la crisis. Desde hace años Barbosa Huerta tiene referencias de José Tlachi Meneses, sabe que fue el jefe policiaco de Eliseo Lezama Prieto y cuáles fueron los resultados desastrosos que entregó en Tehuacán.

Ante este panorama devastador el gobernador Barbosa decidió ejercer sus facultades ejecutivas para intervenir directamente en la Seguridad Pública. Lo cierto es que Rosales y Tlachi tienen las horas contadas; serán destituidos en cuestión de días.

¿Quiénes quedarán a cargo de la Seguridad Pública de Puebla? Aún no lo sabemos, pero se esperan perfiles de alto nivel relacionados con la Marina Armada de México.

A grandes problemas grandes soluciones.

Dulcería poblana.

Bartlett: el inmaculado rechaza las versiones de su holding inmobiliario.

Tal y como lo adelantamos la semana pasada Manuel Bartlett Díaz se sigue ostentando como un personaje impoluto, intachable, casi inmaculado. Él nada tuvo que ver con el asesinato de Manuel Buendía Tellezgirón; mucho menos con el fraude electoral de 1988 y por supuesto solo tiene un modesto patrimonio que está lejos del holding inmobiliario que presenta una investigación periodística del equipo de Carlos Loret.

El problema para Bartlett es que su descrédito es tan grande que ya nadie le cree. Solamente él se llena de incienso porque para el resto del país representa un personaje oscuro, siniestro, heredero de los peores años del priismo.

Pero mientras goza de su indulto de facto, se seguirá colocando en un nicho de santón que solo él ve.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


TAGS