Las imágenes llegaron a medios nacionales. Los juniors del clan Valencia subieron a sus redes sociales el convite que tuvieron con oficiales de la Guardia Nacional.
La referida familia gobierna el municipio de Venustiano Carranza; gozan de amplia influencia en su zona y son públicamente señalados de encabezar una organización delictiva dedicada al huachicol.
Pero en esa región es de sobra conocido que las redes criminales también operan secuestros y venta de narcóticos en municipios y pequeñas poblaciones de la Sierra Norte.
Esa zona colinda con Poza Rica, Veracruz, por lo que el Cártel de los Zetas ven al municipio de Venustiano Carranza como parte de su feudo.
Las acusaciones han sido más que probadas y demostradas.
El martes 7 de agosto de 2018, fuerzas federales realizaron un cateo a uno de los domicilios del entonces alcalde de Venustiano Carranza, Rafael Valencia Ávila. En el operativo fue detenida su esposa Ilse Lucía Bernabé Gutiérrez de 27 años de edad. La cónyuge del edil operaba un centro de monitoreo de extracción de huachicol.
El 16 de agosto de aquel año el abanderado de Morena, Miguel Barbosa acusó que el clan Valencia era protegido por Martha Erika y Rafael Moreno Valle. Incluso Patricia Valencia fue coordinadora en la Sierra Norte de la campaña de Alonso Hidalgo.
Pero sobre todo subrayó que los grupos criminales no solo se dedicaban a la venta de combustible robado, sino también a los asesinatos, narcotráfico y secuestro.
El señalamiento fue directo. Sin embargo nunca hubo respuesta.
La familia de delincuentes vuelve a ser noticia luego de que los juniors exhibieron su reunión con elementos de la Guardia Nacional.
El gobernador Barbosa aseguró que hablaría con el Secretario de la Defensa Nacional, con el General Comandante de la Guardia Nacional y con el Secretario de Seguridad Pública federal. Se espera que la investigación arroje resultados firmes y se apliquen las sanciones más severas.
Pero sobre todo conviene destacar que el pasado nuevamente nos alcanza.
Tanto en el caso de Ajalpan con Nacho Salvador, como en Venustiano Carranza con los Valencia, queda ratificado que el morenovallismo fue el verdadero protector de redes criminales.
La ola de violencia que azota a la entidad comenzó en el periodo azul, porque los delincuentes fueron protegidos y convertidos en autoridades políticas.
No solo fue Facundo Rosas, brazo operador de Genaro García Luna, quien llegó a descomponer la estabilidad de Puebla. Fueron todos esos pequeños caciques regionales a quienes se les otorgó patente de corso para inundar a municipios enteros de huachicol, enervantes y balas.
Ese fue el origen de la descomposición de Puebla.
Cada día que pasa se ratifica que el morenovallismo fue una corriente genocida; se constituyó en la verdadera cúpula de las organizaciones criminales. Todo a cambio de los negocios que realizó con el programa “Peso sobre peso” que los alcaldes utilizaban para congraciarse con el entonces gobernador.
Se debe perseguir a todos aquellos que fueron enlace entre Casa Puebla y los grupos criminales.
Los cómplices así como otros alcaldes delincuentes siguen vivos y muy activos.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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