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El sábado primero de mayo ocurrió un suceso que retrata la nueva realidad de Fernando Manzanilla Prieto. El contraste, la comparación con el mismo personaje pero del año 1998 es dramática, incluso devastadora. Más adelante vamos a detallar ese punto.

El sábado primero de mayo Manzanilla estuvo en Tehuacán para apoyar a los abanderados del Partido Encuentro Solidario (PES): Miguel Ángel Machorro Alcalá candidato a diputado federal y Óscar Miguel González Dimas a la presidencia municipal.

González Dimas era presidente de la junta auxiliar de San Nicolás Tetitzintla. Durante su gestión se registraron los más altos índices delictivos. En marzo de 2019 se reveló un dato alarmante; en la demarcación auxiliar se registraba un promedio de 20 asaltos diarios a transeúntes.

Fue el periodo en que Felipe Patjane estaba a cargo de la alcaldía y con González Dimas en la presidencia auxiliar la delincuencia se fue al tope. El asunto es que Dimas -como es conocido-, protege al comandante José Mellado González un falso vigilante de barrio que permite que bandas de asaltantes operen en esa zona.

Sin duda fue una de las peores administraciones auxiliares y aún así el PES lo eligió como su candidato a la presidencia municipal de Tehuacán… avalado por Manzanilla.

Los organizadores de Encuentro Solidario solicitaron al Ayuntamiento de Artemio Caballero López que les permitieran realizar un acto sobre la plancha del Parque Juárez, el zócalo, y se los negaron. Pero aceptaron que hicieran su evento sobre la explanada municipal de López Rayón; una calle peatonal.

Al mismo tiempo se sabía que organizaciones sindicales y sociales preparaban la marcha del primero de mayo.

Contingentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del llamado Comité Democrático Magisterial Poblano; del Sindicato de Telefonistas, así como organizaciones que operan en la Sierra Negra como el Movimiento de Autogestión Social, Campesino, Indígena y Popular (MASCIP) y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala–Movimiento Nacional (CNPA–MN), realizaban la tradicional marcha de los trabajadores.

El contingente arribó al centro de Tehuacán y al entrar a la explanada municipal se encontraron de frente con el acto de Manzanilla.

Sin llegar a la confrontación física, en una calle de 100 metros de largo se desarrollaban dos actos con aparatos de sonido. Las palabras de unos hacían inaudibles a los otros.

Pero en un momento los ánimos se exaltaron; en las filas obreras alguien comentó “Ese es el cuñado de Moreno Valle” y comenzaron los gritos: “¡Fuera, fuera, fuera, fuera!”.

Luego siguieron los insultos directos contra Manzanilla.

Con micrófono en mano los representantes del Movimiento de Autogestión Social, Campesino, Indígena y Popular (MASCIP) organización con amplia presencia en la Sierra Negra se fueron directamente contra Fernando: “Eres un cabrón busca huesos… andas brincando de partido en partido… quieres seguir chupando del pueblo… Cuando estuviste como Secretario de Gobernación te fuimos a ver y no hiciste nada… ¡Inútil, bueno para nada, lárgate!”.

Fernando solo alcanzó a decir que se trataba de una “provocación”, pero tuvo que dar por terminada su conferencia de prensa y retirarse.

Pero para la perspectiva de Cúpula conviene subrayar lo que representa Manzanilla Prieto en el PES.

Es inevitable recordar a aquel Fernando que llegó a Puebla en 1998 y se convirtió en el poderoso Subsecretario del Grupo Finanzas; aquel que le hablaba al oído y controlaba los arrebatos de Rafael Moreno Valle; el mismo que en 2010 desde su iPhone conducía a todo el gabinete emanado del PAN.

Pero algo pasa, algo sucede en la psique de Manzanilla quien ha ido de más a menos en una franca decadencia.

Luego de su salida del morenovallismo hemos visto a Fernando como un sujeto reducido, menguado que deambula en los callejones de la política poblana. Tendió un puente con Barbosa Huerta pero su escaso sentido de la lealtad y sus conversaciones con Eukid Castañón lo exiliaron del gobierno de Morena.

Se convirtió en un diputado federal invisible, incoloro, intrascendente; hasta llegar al grado de terminar como jefe del PES en Puebla.

La metáfora se hace obligada. Si Fernando era el director técnico del equipo Puebla, ahora está echando cascaritas de balompié llanero en la junta auxiliar de Canoa.

Hoy en una explanada pública lo señalan como cuñado de Moreno Valle pero pintado con los colores del PES y eso basta para que se desaten los insultos en su contra.

En Cúpula hemos preguntado, si Manzanilla tiene las más altas credenciales académicas ¿Por qué no está al lado de Claudia Sheinbaum como asesor? ¿Por qué no está en una subsecretaría junto a Marcelo Ebrard?

En lugar de eso acude a eventos pueblerinos a levantarle la mano a pequeños e indeseables políticos.

Esta claro; de Fernando solo quedan polvos de aquellos lodos.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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