La genética no miente y Genoveva Huerta Villegas piensa que sigue en los tiempos del morenovallismo donde podía hacer lo que quisiera e imponer como le venga en gana.
No se da cuenta que sus patrones ya no existen; que tampoco tiene el respaldo del aparato estatal a sus espaldas y que mucho menos cuenta con los portafolios repletos de billetes como sucedía en las campañas de sus años dorados.
El morenovallismo ya feneció; solo queda el ánimo beligerante y altanero de algunas de sus viudas. El ejemplo inapelable e indiscutible es la misma Genoveva.
Las designaciones -burdas y atropelladas-, que se realizaron en horas recientes abren enormes posibilidades para Morena.
Huerta utilizó a la Comisión Permanente del albiazul para colocar a sus alfiles en la lista de candidatos a diputados locales; ahí está su primer círculo de colaboradores: Kevin Vargas Ramírez, Eduardo Alcántara Montiel, Rocío Aguilar Nava y José Sánchez Aguilar.
Incluso Jesús Giles Carmona -quien está bajo formal denuncia penal-, fue designado candidato a la alcaldía de Santa Clara Ocoyucan.
Otra burda imposición es Patricia Valencia Ávila -del clan de los políticos delincuentes del municipio de Venustiano Carranza-, quien va en segundo lugar de la lista de plurinominales.
En Tehuacán Jacobo Aguilar Sánchez -quien durante el marinismo fue presidente del comité municipal del PRI y operador de López Zavala-, ayer fue ungido como abanderado del PAN a la alcaldía.
Genoveva generó enormes desacuerdos y pugnas al interior del panismo en diferentes regiones del estado. Y esto dará lugar a fracturas que serán históricas.
Así como Pablo Fernández del Campo y Ana Isabel Allende Cano se encargaron de hundir el PRI, de la misma forma Genoveva está desmembrando la estructura estatal del PAN.
La herencia que recibieron la hicieron pedazos.
Durante los próximos días y semanas veremos las reacciones que se habrán de desatar. En distintos tonos se habrá de expresar la inconformidad por las imposiciones de Genoveva. La indignación irá desde la Sierra Norte hasta la Mixteca.
Esto abre enormes posibilidades para Morena Puebla, siempre y cuando ya tengan operadores que busquen a los candidatos idóneos, los que se identifiquen con la base militante y tengan perfiles combativos.
Pero mientras el partido continúe con divos como Bracamonte o con sujetos desacreditados como Garmendia, entonces de ninguna forma podrán capitalizar el efecto Genoveva.
Los yerros de la dirigente panista son enormes, pero por si solos no son un cheque en blanco, no bastan para darle la victoria a Morena. Deben aplicarse y reformular sus estrategias regionales.
Los morenistas tienen el balón a su favor.
Ya veremos qué hacen.
Dulcería poblana.
En Tehuacán Genoveva convierte a López Cuevas en el cacique.
Javier López Cuevas, morenovallista de Tehuacán, ya es el cacique en la región. Genoveva la entregó todas las candidaturas. La designación del expresidente del PRI Jacobo Aguilar ahora convertido en panista fue por medio de la intervención de López, quien también ubicó a su esposa Verónica Sobrado como plurinominal, además de su aliada Yolanda Rodríguez por la vía uninominal.
Por segunda ocasión acusan a Garmendia de vender candidaturas.
La presencia de Edgar Garmendia se convierte en una sombra funesta al interior del estado. En horas recientes militantes de Morena en Coxcatlán acusaron que Garmendia vendió la candidatura a la presidencia. Hace unas semanas morenistas de San Gabriel Chilac presentaron un audio como evidencia. Sin embargo, Edgar sigue recorriendo el estado como si nada. Que pinche cinismo.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
TAGS