A finales del mes de julio Genoveva Huerta Villegas unió a la clase panista, pero en su contra.
Representantes del panismo tradicional, yunquistas, morenovallistas, y las nuevas generaciones tronaron contra la dirigente del albiazul por la consulta que realizó para auscultar posibles coaliciones.
Es muy probable que en las próximas horas suceda lo mismo, luego de que Huerta le ofreció a Alfonso Esparza Ortiz una candidatura prominente en las filas de Acción Nacional.
Sin duda alguien soltó una sonora carcajada en Casa Aguayo.
En este momento el futuro del académico es el más incierto de toda la clase política. Realmente solo un grupo no mayor a cinco personas sabe lo que enfrentará en un breve plazo.
En este contexto de escenarios inciertos, azarosos y oscuros a Genoveva se le ocurre hacer a un lado todas las legítimas aspiraciones de los auténticos panistas, para darle una candidatura privilegiada a un externo, cuyo futuro político es vacilante.
Los ánimos en su contra ya están encendidos y la señora echa más leña al fuego.
Es la primera dirigente estatal que ejerce sus funciones con un amparo bajo el brazo y el panismo nacional ha preferido guardar un silencio que es revelador.
Nadie le da un voto de confianza porque hasta en el Comité Ejecutivo Nacional saben que es una operadora de Eukid Castañón.
Hoy la emisaria del pasado vuelve a incendiar la pradera. Hace a un lado la opinión y el parecer de la élite panista para ofrecer -de manera unilateral-, una posición a un académico ajeno a la mística albiazul.
Las reacciones no tardarán en desatarse.
Genoveva es una adicta al caos. Esta sembrando vientos y no tardará en recibir las tempestades.
Al tiempo.
Miscelánea poblana.
Raciel López Salazar presenta sucinto informe de labores.
En horas recientes la Secretaría de Seguridad Pública presentó un breve comunicado donde destaca los hitazos anotados por Raciel López Salazar.
El comunicado apunta:
“Para cumplir con el compromiso de regresar la tranquilidad a las familias poblanas, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desarticuló a 124 bandas delictivas y detuvo a 2 mil 348 personas en los últimos siete meses.
Entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre fueron asegurados 69 mil 907 kilogramos y 30 mil 777 dosis de diversas drogas, entre ellas marihuana, cristal, cocaína, heroína, LSD y pastillas psicotrópicas, entre otras”.
Hasta aquí la cita a la parte medular del escueto comunicado.
Mientras el crimen organizado está creciendo en la gran mayoría de las entidades -comenzando por la Ciudad de México-, en Puebla la delincuencia se está frenando de manera contundente.
El desmantelamiento de grupos delictivos es un hecho inapelable, indiscutible. Los resultados están a la vista. El modelo poblano debería presentarse como una aplicación exitosa que otros estados deberían imitar.
Por supuesto aún queda mucho trabajo por hacer; cuando cae un capo aparecen dos lugartenientes. Cortar la hierba es una labor permanente.
Sin duda la voluntad política expresada por el gobernador Barbosa Huerta ha sido cabalmente ejecutada por Raciel López. Sin embargo hay espacios que merecen una mayor atención; concretamente los penales son el talón de Aquiles del Secretario.
Los síntomas son inequívocos: el sistema penitenciario de Puebla fue completamente corrompido y enviciado durante años. Las consecuencias son evidentes.
Raciel deberá elaborar de manera directa un gran diagnóstico; penal por penal. La guerra hacia el exterior la está ganando. Pero le falta otra batalla al interior de la Dirección General de los Centros de Reinserción Social.
Ya veremos cómo la conduce.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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