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La noticia es de carácter extraoficial. Los hechos ocurrieron en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez la noche del sábado 14 de marzo; un comando de -al menos 15 sujetos armados-, que se trasladaban a bordo de tres camionetas ‘levantaron’ al Coordinador de Seguridad Pública en aquel municipio José Alberto Huesca Aguirre; lo despojaron de la patrulla y las armas de cargo.

Luego se montó un show… disculpe… un operativo en el que participaron elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, sin embargo 24 horas después no hay resultados oficiales.

En los últimos años el municipio de Tlacotepec de Juárez se convirtió en uno de los principales focos rojos de la entidad; una zona donde la delincuencia se empoderó de manera especial.

Como en todos los escenarios delictivos existe una causa, una razón política que explica el origen de la criminalidad.

El hampa se enquistó en Tlacotepec durante el gobierno de Pablo Pérez Maceda, un sujeto visceral, colérico, arrebatado que fungió como presidente municipal de aquella comunidad.

Todos los pobladores sabían dónde estaban los expendios de huachicol; las bodegas donde se descargaban los tráilers robados; conocían quienes eran los ‘comerciantes’ que vendían lo mismo una pistola escuadra que un ‘cuerno de chivo’.

Desde entonces el crimen campeaba en las calles de Tlacotepec; todos lo veían, menos el presidente municipal.

La impunidad también tenía una razón política. Pérez Maceda firmó el convenio ‘Peso sobre peso’ con el gobierno de Moreno Valle y eso lo convirtió en intocable. Carrancá jamás se hubiera atrevido a ponerle un dedo encima. Aunque de hecho aquel fiscal burócrata a nadie tocó.

El crimen organizado no está jugando. Opera con el rigor de cualquier empresa y simplemente está enviando un público mensaje.

Le están dando la bienvenida a Raciel López Salazar, el nuevo Secretario de Seguridad Pública y a Gerardo Mejía Granados, recién nombrado titular de la Agencia Estatal de Investigación.

‘Levantaron’ a un jefe policiaco solo para demostrar que lo pueden hacer en Tlacotepec lo mismo que Tecamachalco, en Tehuacán o Huejotzingo.

Es un público desafío. Ya veremos de qué manera responden los nuevos mandos policiacos. Esta es la primera prueba que les pone el crimen organizado.

Dulcería poblana.

Ayuntamiento de Tehuacán: grupúsculos del PAN mantienen su coto.

Desde siempre se supo que Felipe Patjane Martínez tenía fuertes compromisos con grupos panistas y que en realidad nunca representó a Morena. Incluso, Eliseo Lezama Prieto, ex edil albiazul, era uno de los ‘asesores’ que imponían su agenda en el Ayuntamiento.

Con la detención de Patjane se pensó que la influencia de los panistas había terminado, pero nada de eso sucedió.

En días pasados en formal sesión de Cabildo se autorizó una partida financiera para la ´Prestación de servicios de capacitación y aplicación de herramientas etnográficas de marketing y de comunicación para la aplicación de una campaña informativa y de branding para el mercado del municipio de Tehuacán’.

Mucha palabrería para una supuesta ‘asesoría’ en publicidad política.

Los regidores que comulgan con el panismo fueron los que presentaron el punto; en realidad se trata de la contratación de comunicadores identificados con el albiazul.

Uno de los personajes que ahora asesoran la ‘imagen pública’ del Ayuntamiento de Tehuacán es Álvaro Camargo, quien hasta hace poco operaba para la diputada federal Verónica Sobrado Rodríguez y su esposo Javier López Cuevas.

Otro de los expertos en comunicación, ahora cercano a la Comuna es Fabián Pulido Lezama, primo hermano de René Lezama Aradillas y miembro de una respetable familia, históricamente identificada con el PAN.

Estamos ante la operatividad de regidores de sangre panista que siguen utilizando a su antojo la nómina de un Ayuntamiento emanado de Morena.

Desde hace cuatro meses Felipe Patjane está en una celda del Cereso de Tehuacán, pero los urdidores azules siguen actuando a sus anchas.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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