Quienes conocen las entrañas del priismo aseguran que Claudia Ruiz Massieu Salinas simplemente no acaba de digerir el yerro que lleva sobre las espaldas.
Pese a que en su momento recibió informes que alertaban que el retorno del marinismo sería un desastre la lideresa se empecinó en sacar la candidatura de Alberto Jiménez Merino. En la oficina de la presidencia tricolor de Insurgentes Norte, una noche la dirigente ungió al representante del sector campesino, dando la espalda a la ‘nomenklatura’ poblana.
En una decisión unilateral, arbitraria y atrabiliaria Claudia cometió uno de los más grandes errores de su gestión al frente del PRI nacional.
Nadie pudo prever que vendría un proceso judicial sobre el exgobernador quien a estas alturas es un prófugo de la justicia nacional e internacional; pero desde antes se veía que era un craso error resucitar los fantasmas del pasado poblano.
Claudia sabe que en cualquier momento Marín Torres será detenido o quizá se entregue a las autoridades en una estrategia para tratar de articular su defensa. Pero la fotografía del priista rodeado de elementos de la Policía Federal será el último clavo en el ataúd de Jiménez Merino.
Otro de los grandes problemas generados por Ruiz Massieu es que el retorno del marinismo provocó una onda expansiva en todo el estado. De manera acelerada Lorenzo Rivera Sosa se apresuró a cambiar comités municipales para colocar a sus aliados en lo que sería el resurgimiento de una plataforma estatal.
Desde la Sierra Norte hasta la Mixteca Rivera sacó del olvido a las tropas del exgobernador para que tomaran el control de las oficinas municipales. Pero ahora, ante la tragedia política que envuelve a su líder todo ese tramado -pausada y silenciosamente-, busca acercamientos con Morena de Barbosa.
El lunes 3 de junio Claudia Ruiz Massieu, en un acto de contrición deberá iniciar el largo proceso de recomponer al priismo poblano. Todos los aliados de Marín y Jiménez Merino deberán dejar los cargos directivos. Deberá limpiar la casa de los olores rancios y añejos.
Y desde Xicotepec de Juárez hasta Ajalpan deberá emprender una reestructuración completa, antes de que el mismo priismo le exija limpiar el desastre que ella causó.
Al tiempo.
Dulcería poblana.
¿Barahona y Geraldine son la avanzada de Lastiri en la 4T?
En semanas recientes dos féminas han mostrado y declarado una abierta adhesión a la figura de Miguel Barbosa Huerta
Vanessa Barahona de la Rosa, aún militante priista, ha sido amenazada con la formal expulsión del tricolor, ante lo cual ella no se amedrenta. Por su parte Geraldine González Cervantes, ex representante del Verde Ecologista, ahora se presenta como simpatizante del Partido del Trabajo y afirma su abierta incorporación a las tropas del candidato de Morena.
Solo que las suspicacias son inevitables y es que tanto Vanessa como Geraldine son las consentidas del staff de Juan Carlos Lastiri Quiroz.
¿Casualmente ambas tomaron la misma decisión de sumarse a la cargada en favor de Barbosa? ¿Realmente estamos ante una coincidencia? ¿O en realidad ambas representan la avanzada de Lastiri para tender puentes de comunicación con la 4T?
Sería verdaderamente penoso y decepcionante que el abanderado lopezobradorista tendiera algún tipo de vínculo con el ahijado preclaro de Rosario Robles.
Y máxime aun cuando el lunes 6 de mayo el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero declaró que la llamada ‘Estafa Maestra’ será investigada como un caso de delincuencia organizada y que el desvío de 5 mil 800 millones de pesos debe considerarse un ‘delito de Estado’.
Simplemente sería abominable que el roblerista Juan Carlos Lastiri y sus tropas pudieran tender lazos con la 4T.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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