Durante la pasada contienda electoral vimos a Eduardo Rivera Pérez en su habitual proceder; mesurado, equilibrado, sereno, siempre afable. Como es desde que se inició en la política activa.
Sin embargo en días recientes hemos visto que el alcalde electo ha cambiado el tono y el semblante de sus declaraciones.
Rivera Pérez ha hecho severas y por momentos acres expresiones en contra de la gestión de Claudia Rivera Vivanco; fustigando, señalando la deplorable situación en que se encuentra la ciudad de Puebla.
“Me heredarán el Centro Histórico hecho un asco”, fue una afirmación contundente. Días después con el hashtag #CorregirElRumbo, Rivera Pérez estuvo en la colonia Viveros del Valle donde mostró sus calles en situación deleznable.
El próximo presidente no oculta que recibirá una ciudad en condiciones lastimosas. Y se debe esperar que luego del 15 de octubre las mismas declaraciones se amplíen a la situación administrativa y financiera.
Las preguntas se hacen forzosas ¿Por qué Rivera Pérez enfatiza sobre el desastre generado por Claudia? ¿Por qué durante la campaña mantuvo un discurso armonioso y ahora arremete contra el tiradero de la alcaldesa? ¿Por qué ahora parece estar en una segunda campaña?
La hipótesis de Cúpula es muy sencilla; Eduardo Rivera Pérez está reforzando las condiciones políticas y sociales para procesar penalmente a Claudia Rivera Vivanco.
Es obvio que la alcaldesa cuenta con el rechazo, con el repudio generalizado y que al día siguiente de concluido su trienio no podrá salir a la calle, so pena de recibir exclamaciones impublicables.
Claudia ya es aborrecida por los grandes sectores. Pero la campaña de Lalo despertará la sed de justicia en la sociedad poblana.
Se están sentando las bases y se agudizará el rechazo social para el momento en que se presenten las carpetas de investigación.
Cuando eso suceda Rivera Vivanco correrá con su mamá, quien a su vez pedirá el apoyo de la cúpula de Morena. No descarte que René Sánchez Galindo también trate de utilizar sus influencias en Palacio Nacional pensando: “Si se perdonaron todos los pecados de Ana Gabriela Guevara y Delfina Gómez Álvarez… ¿Por qué no los de Claudia? Qué tanto es tantito”.
Claudia hará declaraciones desesperadas, pero para entonces ni siquiera los medios que ahora la secundan la seguirán.
No lo verá quien no quiera, pero Eduardo Rivera está sentando las bases de los procesos penales contra Claudia y su camarilla.
Al tiempo.
Dulcería poblana.
Los tenis Adidas talavera, un gran reconocimiento.
La polémica se desbordó; la empresa Adidas presentó un modelo de tenis inspirado -repetimos inspirado-, en la talavera poblana. Algunos aldeanos se horrorizaron, pero la realidad es que ese diseño es un gran reconocimiento a la cultura y tradición locales. Adidas no incurre en un plagio y abiertamente reconoce el motivo que inspiró el modelo. Los pueblos con memoria son los que enlazan su pasado y lo saben proyectar a las circunstancias del futuro. Una marca de tenis con proyección mundial y que se inspira en la cerámica poblana es un verdadero tributo.
Decadencia de la Iglesia católica. Puebla no es la excepción.
Hace unos meses Bernardo Barranco Villafán, el principal analista sobre el clero escribió: “La Iglesia Católica mexicana pasa por una de sus mayores crisis en la historia contemporánea… Ahora el enemigo está adentro disfrazado de apatía y dilación… Los obispos carecen de dos factores básicos: proyecto y carisma…” (Proceso 2313; 28 febrero 2021).
La punzante descripción viene a cuenta luego de la pálida declaración que realizó el Arzobispo poblano Víctor Sánchez Espinosa quien reprobó la acción judicial de despenalizar el aborto y señaló: “La cultura de la muerte, la cultura del descarte… la legalización del crimen…”
Hace 20 años la Suprema Corte no se hubiera atrevido a realizar una acción que pudiera contradecir a la otrora poderosa Iglesia Católica mexicana. Pero hoy ya nada queda de esa influencia omnímoda; hoy sus representantes solo exclaman endebles condenas.
El clero mexicano perdió la batalla en el ánimo social; hoy está completamente alejado de las causas y movimientos sociales. Perdieron el contacto y por tanto el liderazgo moral y espiritual.
Hace 20 años las declaraciones de los prelados eran trompetas estentóreas, hoy son pálidos murmullos.
No lo dice Cúpula; lo dicen los amplios grupos sociales que de plano ya ignoran sus sermones.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
cupula99@yahoo.com