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Cúpula / Puebla frente a la entrada del fentanilo.

En días recientes el gobernador de Texas Greg Abbott -considerado un republicano de ala dura-, declaró a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación como organizaciones terroristas.

Es la primera autoridad norteamericana en expresarse en ese sentido.

No se debe descartar que en próximas semanas o meses los gobernadores de otros estados fronterizos como California, Arizona y Nuevo México puedan sumarse a la propuesta.

La política norteamericana va a recrudecer su postura frente a México.

Esa cercanía con Rusia y el incienso a Julian Assange son considerados como agravios.

Abbott ya lanzó la bola de nieve y al pasar de los meses se irá agigantando hasta niveles que no podemos dimensionar.

La intención de los republicanos es que el Congreso declare a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas -al igual que los criminales islámicos de Al Qaeda-, para llevar la iniciativa ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Y entonces frente a las costas mexicanas llegará media docena de portaviones norteamericanos que vía satélite van a vigilar a los capos de Sinaloa, Jalisco, Zacatecas o Michoacán.

A partir de ese momento los narcos podrán ser perseguidos por helicópteros de marines norteamericanos y enviados a la prisión de Guantánamo.

Esa es la perspectiva de Greg Abbott.

Esta reacción radical del gobernador de Texas se debe a los estragos que está causando el fentanilo en la sociedad estadunidense.

En 2021 se reportaron 108,000 decesos por sobredosis de enervantes.

La cifra fue opacada por el número de personas que murieron el mismo año por el virus Covid-19. Pero la tragedia de una juventud expuesta a la droga más letal jamás vista, está ahí latente.

Como siempre ha sucedido Estados Unidos libra sus guerras contra las drogas fuera de sus fronteras. Según dicen, en la Unión Americana “no hay cárteles”, solo “pandillas” que trafican y venden.

Por esto cuando la propuesta Abbott comience a encontrar eco y consenso se va a recrudecer la línea política y militar contra los cárteles mexicanos y entonces van a vender esas enormes cantidades de fentanilo en su propio país.

Hoy México ya enfrenta otra pandemia: el cristal; una droga muy barata, salvajemente adictiva y que se está vendiendo a las afueras de secundarias y preparatorias.

No falta mucho para que en lugar de cristal comiencen a ofrecer fentanilo y entonces afuera de las escuelas y mercados veremos los cuerpos sin vida de jóvenes mexicanos que sucumbieron ante una droga mortal.

En los tiempos de la política de “fuchi, guácala” y la estrategia de “Abrazos, no balazos” se debe subrayar que hay pocas entidades en las que verdaderamente se está enfrentando a la delincuencia.

La administración de Barbosa Huerta es una de las pocas que tiene una guerra abierta contra los criminales.

Pero lamentablemente va solo, porque la gran mayoría de los presidentes municipales no comparten su política de seguridad.

De los 217 alcaldes de la entidad tal vez ocho o diez tengan una verdadera estrategia. Los demás ya se acostumbraron a cohabitar con bandas de narcomenudistas y no pocos les tienen miedo, incluso pánico a los criminales.

Puebla se debe preparar para la entrada del fentanilo.

En la Angelópolis los mercados serán el epicentro de la distribución.

A través de redes sociales se está preguntando qué se debe hacer con los predios de La Chichilla y la 46 en caso de que se concrete una expropiación.

La única forma de enfrentar a las adicciones es a través del deporte. Los jóvenes no necesitan conferencias y sermones tediosos que solo los aburren.

El gobierno federal gasta cientos de millones de pesos en campañas mediáticas que no tienen respaldo alguno en las calles.

Una cancha de fútbol rápido tan solo mide 65 metros de largo por 30 metros de ancho y puede cambiar la vida de cientos y cientos de jóvenes.

En lugar de jardines o parques se deben construir canchas de usos múltiples en las que los chavos puedan jugar fútbol rápido, basquetbol o voleibol.

Darles espacios deportivos a los jóvenes es una prioridad.

No se necesitan canchas profesionales de grandes dimensiones. En el predio de La Cuchilla se podrían construir decenas de canchas de usos múltiples.

El deporte es el único antídoto contra las adicciones.

Como siempre quedo a sus órdenes.

cupula99@yahoo.com

 


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