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Cúpula / La carta de Albores y los mensajes del presidente.

Puebla, Puebla, lunes 15 de mayo de 2023/ La carrera por la sucesión poblana atraviesa por un periodo apacible y sereno. La semana pasada los principales suspirantes se mostraron sosegados.

Saben que esta carrera se construye en la lógica de “más vale paso que dure que trote que canse”.

Por supuesto, es un estado efímero que en cualquier momento se puede romper habida cuenta que uno de los interesados está dispuesto a incendiar el proceso interno.

La semana pasada la verdadera nota fue la carta que se hizo circular en torno a la postura de María Luis Albores González, Secretaria del Medio Ambiente.

La misiva evidenció a grupúsculos locales como imprudentes y desbocados.

Y es que algunos agentes rápidamente se lanzaron a pronunciarse por su “candidatura”; la calificaron como la figura idónea, el perfil “más competitivo” para enarbolar la bandera de la Cuarta Transformación en 2024.

Prácticamente ya se erguían como “coordinadores” de campaña.

El efecto se multiplicó en varios municipios.

Los “alboristas” -como si fueran una nueva clase política-, se ostentaban como el muro que iba a impedir el ascenso de los mieristas, los armentistas o los huertistas.

Esos grupos fueron calificados como “usurpadores”, en tanto que los adeptos de María Luisa eran los puros e impolutos.

Pero la carta suscrita por Fernando Silva y Adán Peña afirmó que Albores “continuará de tiempo completo sirviendo al pueblo como Secretaria de Medio Ambiente…” y un largo etcétera.

De golpe los mariachis callaron, varias copias cayeron y aquellos grupúsculos quedaron exhibidos como hordas de adulación desbocada.

Más allá de la embriaguez y la cruda resaca que embarga a algunos, en esta columna nos preguntamos cuál es el papel que realiza la citada funcionaria federal en el estado.

Para CÚPULA es un misterio, un enigma el ejercicio y la función de la Secretaria del Medio Ambiente en la entidad.

Con franqueza debemos reconocer que no tenemos datos sobre sus actividades oficiales.

Suponemos que la Secretaria debería mostrar acciones contundentes frente a la contaminación de los ríos Alseseca y Atoyac o la salvaje polución que provocan los emporios agroindustriales, como granjas Carroll, en la cuenca Libres – Oriental.

Desconocemos cuáles son las medidas oficiales contra los grupos clandestinos que vierten tóxicos en el río Apulco o frente a las lavanderías industriales que están sobreexplotando los veneros en el municipio de Tehuacán.

Hasta el momento no se sabe de acciones concretas ante los tiraderos clandestinos de más de mil toneladas de basura que ordenó el alcalde Pedro Tepole.

La funcionaria debe saber de las decenas de ladrilleras de Santiago Miahuatlán que en sus rústicos hornos queman llantas viejas cubriendo toda la zona con un espeso humo negro.

Pero ignoramos cuáles son los programas que la funcionaria federal ha emprendido frente a los infiernos ambientales de Puebla.

Otro tema muy aparte que debió evaluarse es el concepto del arraigo, entendido como la relación de establecerse y vincularse con la vida de una ciudad o un estado.

Los mensajes del presidente López Obrador son claros y parecen apuntar a “No causen estropicios”.

Personalmente el Ejecutivo federal anunció la entrega de una partida histórica de 4 mil 600 millones de pesos que habrá de enlazar los esfuerzos del gobernador saliente y entrante.

De manera inevitable semejante presupuesto se debe entender como un bono electoral para 2024.

Otro mensaje presidencial fue la ausencia de los legisladores federales en el desfile y ceremonia del 5 de mayo. El telegrama para Ignacio Mier y Alejandro Armenta fue: “Serénense. Esperen los tiempos”.

Y la carta de Albores es un cable que apunta “No habrá sorpresas de último minuto”.

El mandatario federal está enviando instrucciones para quien sepa entenderlas.

cupula99@yahoo.com


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