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Cúpula / Enrique Doger: lecturas en dos círculos.

(Foto cortesía El Heraldo de Puebla)

Puebla, Pue. martes 15 de agosto de 2023 / Fue una declaración anunciada que en cualquier momento se iba externar.

Enrique Doger Guerrero anunció lo que toda la clase política ya sabía: su adhesión a las aspiraciones de Moisés Ignacio Mier.

Sobre este pronunciamiento se deben hacer dos lecturas.

Una sola sería insuficiente y parcial.

El personaje político amerita una revisión minuciosa.

En el círculo verde, es decir en los grandes sectores sociales, en el electorado, en las clases populares y medias Enrique Doger tiene un capital político considerable.

Varias generaciones de profesionistas lo recuerdan y respetan como el notable rector que fue.

Bajo su conducción la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tuvo un indiscutible despegue y se consolidó como una de las instituciones más respetables del país.

El “Dogerato” -los periodos de José Marún Doger Corte y Enrique Doger Guerrero-, terminaron con la etapa de una institución anárquica, caótica, hundida en el descrédito.

Son muchas las generaciones de profesionistas poblanos y foráneos que lo consideran un académico equilibrado y eficiente.

Por otra parte la ciudad de Puebla lo recuerda como el alcalde que condujo la Angelópolis sin escándalos, sin excesos, ni sobresaltos.

Fue un presidente municipal probo y atingente.

Aún hoy Doger tiene una estructura propia de líderes vecinales y de colonias en las 17 juntas auxiliares de Puebla.

Como munícipe fue moderado y no dejó heridos en el camino.

Los ciudadanos tienen una opinión favorable de su trienio.

Así es visto Enrique Doger en el llamado círculo verde; los grandes sectores sociales, pero la lectura en la esfera roja es distinta.

El círculo rojo se entiende como la clase política, la “nomenklatura” que dirige los partidos y la “comentocracia”, los líderes de opinión y medios de comunicación.

En el perímetro rojo Doger Guerrero es visto como un ave de tempestades, un personaje polémico, controvertido, cuyos adversarios y críticos son numerosos.

¿Ejemplos?

Podemos citar dos.

El encono y la animadversión que el finado gobernador Barbosa mostraba hacia Nacho Mier era un efecto secundario de lo que sentía por Doger.

Fue una aversión exacerbada que surgió en el proceso electoral de 2018 y que se mantuvo hasta el deceso del mandatario.

Lo mismo ocurre con Jorge Estefan Chidiac quien no oculta su repulsión por Enrique y así lo ha declarado públicamente.

Empero el diputado local ya anticipa que si las circunstancias favorecen a Mier el doctor Doger será uno de los hombres más influyentes del próximo sexenio y por ende la situación va a cambiar.

Son solo dos ejemplos de los ánimos que enciende Enrique Doger y cuyos efectos llegan hasta Nacho Mier.

Las lecturas entre los círculos verde y rojo son contrastantes; por momentos opuestas.

Pero conviene subrayar ambas.

Repetimos, ofrecer un solo ángulo sería una visión parcial y sesgada.

En la “comentocracia” algunos piensan que Doger le resta puntos a Mier, pero en los grandes sectores sociales sucede lo contrario.

Ahí es aprobado.

La perspectiva de los analistas y columnistas poblanos coincide en un punto: las probabilidades, los momios son propicios para Mier Velazco.

Un suave viento sopla a su favor.

Sin embargo la política no es una ciencia exacta; no son matemáticas.

Por supuesto que la brújula del destino puede virar.

Julio Huerta sigue conservando el afecto y la consideración de Claudia Sheinbaum.

Por su parte Alejandro Armenta mantiene un posicionamiento considerable, aunque adolece de un padrinazgo fuerte.

Esperemos.

cupula99@yahoo.com


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