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Cúpula / En Puebla el ‘Frente Amplio por México’ está desahuciado.

Puebla, Puebla, 11 de julio de 2023 / La coalición que conforman PAN, PRI y PRD ahora se denomina ´Frente Amplio por México’ y pretende darle batalla a Morena.

Sus posibilidades son mínimas.

Aún estamos en la era hegemónica de AMLO.

Así como en otros tiempos el PRI fue una aplanadora hoy toca turno al partido guinda.

Como toda era política tiene una cúspide y poco a poco ira declinando.

Por otra parte en realidad no existe una oposición sólida.

Solamente son destellos que aparecen por aquí, por allá, pero de ninguna manera constituyen un bloque combativo.

Para los grandes sectores sociales el PRI de Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” y el PRD de Jesús Zambrano y Jesús Ortega “Los Chuchos” son una caterva que representa lo más corrompido de la política mexicana.

El PAN de Marko Cortés se defiende con dos figuras que están dispuestas a dar la batalla: Xóchitl Gálvez Ruiz y Santiago Creel Miranda.

El efecto Xóchitl no es un proceso artificial.

Efectivamente hay una plataforma de grupos empresariales y políticos que la están impulsando, pero irónicamente su rápido posicionamiento se debe al mismo discurso de López Obrador.

El presidente lleva cinco años fustigando acremente a sectores de la sociedad que señala como “clasemedieros, aspiracionistas, clasistas, racistas”, entre otras expresiones despectivas.

Esos términos peyorativos que agravian a las clases medias están provocando una reacción frente a la innecesaria violencia verbal.

El deseo mayúsculo de todo estadista es inspirar la unidad nacional. Así lo hicieron Cárdenas, Churchill o Mitterrand.

De ahí su dimensión histórica.

Pero promover de manera cotidiana la polarización social es un grave error y aquí están las primeras reacciones.

Esos bloques sociales insultados son los que están apoyando a Xóchitl.

Paulatinamente la ola irá creciendo; conforme avancen las semanas el furor se extenderá.

Sin embargo repetimos la estrategia opositora aún es débil para enfrentar a la maquinaria de Morena y por todo el país veremos un efecto espejo.

Gubernaturas y senadurías serán un reflejo de la gran puja por Palacio Nacional.

El efecto Xóchitl tendrá una limitada resonancia en Puebla porque los partidos del frente están en su peor momento.

El PRI poblano carga la pesada lápida del marinismo y de los años de Pablo Fernández del Campo, Fernando Moreno Peña y otros.

El PAN paga la factura del morenovallismo cuando se negociaban las candidaturas con desplantes de prepotencia solo comparables al mismo nivel de frivolidad.

Hoy se confirma que hay un panismo que nunca fue morenovallista y un morenovallismo que nunca fue panista.

Y este efecto quebró la base blanquiazul.

El alcalde Eduardo Rivera Pérez tiene un considerable posicionamiento en la ciudad de Puebla, pero en el interior del estado sus números son menores.

Los tres suspirantes de Morena -Armenta, Huerta o Mier-, lo rebasan en las zonas de Xicotepec de Juárez o Chiautla de Tapia.

Por otra parte todavía no se ponen de acuerdo las dirigencias de Augusta Díaz de Rivera, Néstor Camarillo Medina y Carlos Martínez Amador.

Indiscutiblemente el efecto Xóchitl dará un segundo aire a la oposición, pero no será suficiente para alcanzar a Morena.

La polémica panista dará batalla pero no va a ganar.

Es poco probable que el edil Eduardo Rivera se arriesgue a una aventura que no tiene futuro.

En el mejor de los casos buscará una Senaduría que pueda alcanzar por la vía de la primera minoría.

Al tiempo.

cupula99@yahoo.com


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