Cúpula / El ajedrez barbosista rumbo a 2024.
En fecha reciente Morena celebró su Tercer Consejo Nacional ordinario; Mario Delgado y Citlalli Hernández fueron ratificados y Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, será presidente del Consejo Nacional.
El proceso interno se desarrolló sin sobresaltos, ni altibajos; los gritos y sombrerazos quedaron en el olvido. La asamblea fue de mero trámite para nombrar a los órganos rectores y consejeros rumbo a 2024.
Para la perspectiva local conviene subrayar que los barbosistas arrollaron y prácticamente tomaron el control de todas las posiciones.
Claudia Rivera y su mamá Eloísa Vivanco fueron borradas del mapa morenista. Ya no existen, ni son tomadas en cuenta. Finalmente la dirigencia nacional se dio cuenta que son un mito, una farsa; las desechó y ya están fuera de la cancha.
Lo que estamos presenciando es un juego de ajedrez que se fue preparando durante los últimos cuatro años. Cual maestro del tablero Barbosa Huerta fue escalando posiciones hasta llegar a la gubernatura de Puebla y ahora con mano firme ejerce su jefatura política.
Para estas alturas es indiscutible que el Ejecutivo estatal tendrá un papel preponderante y decisivo en la sucesión poblana.
Su relación con los aspirantes presidenciales es inmejorable. Tanto Claudia Sheinbaum como Marcelo Ebrard saben que necesitan de Barbosa para la gran contienda toda vez que Puebla representa el cuarto padrón electoral del país.
Cuando la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México fue enterada del desgarriate que están haciendo sus sedicentes operadores, de inmediato estableció comunicación directa con Barbosa y lo invitó a un diálogo a sus oficinas.
Como mandatario estatal Barbosa es considerado uno de los activos de Morena y su operación es indispensable.
Previo al desarrollo del Consejo Nacional todos los gobernadores morenistas se tomaron una fotografía. La fuerza de Morena es el aliento, el ánimo de López Obrador, pero el bloque de gobernadores son la mano operadora.
El barbosismo mira con optimismo al futuro y sus cuadros se preparan para dar la batalla. Su tramado bien puede considerarse un tablero de ajedrez y éstas son las piezas principales.
El alfil negro es el Doctor en Educación Melitón Lozano Pérez; se trata de un operador maduro, sosegado, con décadas de experiencia en el servicio público.
Pero sobre todo tiene los hilos de su dependencia en la mano. En los teléfonos del funcionario están todos los dirigentes magisteriales de la entidad con los que sostiene un diálogo respetuoso y fluido.
En Puebla no hay conflictos con los maestros, precisamente porque el alfil negro se ha encargado de tejer una relación -discreta pero sólida-, con las dirigencias sindicales. Melitón tiene mano de hierro en guante de seda; nada escapa a la información que tiene del sistema educativo de Puebla.
Maneja el presupuesto más alto de todas las dependencias estatales, pero en su contra no hay una sola acusación de anomalías financieras.
El alfil blanco es el Secretario del Trabajo Gabriel Biestro Medinilla; probablemente el funcionario más leal y cercano al gobernador.
En aquella maratónica entrevista que Barbosa concedió a Mario Alberto Mejía textualmente apuntó: “las aspiraciones que él tenga serán mías”; es decir Gabriel será apoyado de manera irrestricta.
Biestro es uno de los operadores más cercanos al huésped de Casa Aguayo donde queda claro que es apreciado. Es un hombre reposado, sereno; ajeno a toda beligerancia.
Su legislatura fue abierta y visceralmente atacada, llegando al grado del vandalismo porril. Sus aspiraciones por llegar a la presidencia municipal de Puebla fueron boicoteadas desde la Ciudad de México.
Quienes urdieron el juego sucio contra Biestro jamás aceptarán que si hubiera sido el candidato, otro resultado se habría dado. Por la simple y sencilla razón que contra Gabriel no había el encono, la aversión social que se volcó contra Claudia.
En Puebla no perdió Morena, perdió Rivera Vivanco a causa de la cerrazón, la corrupción galopante y los escándalos que siempre fueron de la mano de la frivolidad.
Continuemos.
Sobre la torre dorada del ajedrez barbosista ya hemos escrito en el pasado.
Se trata de una dama talentosa, altamente eficiente; con una incansable capacidad de trabajo; su agenda tiene eventos y reuniones para los próximos seis o siete meses.
Pero sobre todo tiene una habilidad de aprendizaje encomiable.
Es un perfil netamente ciudadano, un cuadro de la sociedad civil. Pero sin tener una trayectoria pública rápidamente está aprendiendo sobre los vericuetos y encrucijadas de la política.
En pocas damas se conjunta ese carisma y una inteligencia privilegiada.
El mandatario la describió con la siguiente frase: “No hay puerta que se le cierre”.
La Secretaria de Economía Olivia Salomón Vibaldo es uno de los principales activos no solo del barbosismo, sino de toda Puebla.
En sus giras al interior del estado queda demostrado su don de gentes; en todos los municipios que visita despierta simpatías y aprecio.
Aún faltan dos años para el 2024, pero este es el ajedrez de Barbosa y éstas son sus piezas.
Estaremos atentos.
cupula99@yahoo.com
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