Lo que hoy estamos presenciando no tiene parangón, ni antecedente.
En varias ocasiones el gobernador Barbosa Huerta ha declarado que no va a intervenir en la sucesión por Casa Aguayo.
Pero claramente estamos presenciando su derecho de veto.
El Ejecutivo local está limpiando el terreno rumbo al 2024.
Pero que nadie piense que está barriendo con una escoba; en realidad está levantando piedras con un trascabo.
Hay temas que son públicos como la acre, la áspera relación de Barbosa con Moisés Ignacio Mier Velazco, una fractura que surgió por una fundamental falta de comunicación; la básica ausencia en las formas creó una zanja que se abrió entre ambos personajes.
Como una grieta en el suelo fue creciendo hasta convertirse en un socavón mucho mayor que el de Santa María Zacatepec.
Hace meses el mandatario señaló en una conferencia matutina: “…Nacho Mier quiere hacer un eje político en Tecamachalco…”.
El problema es que el mandatario nunca recibió una atención sobre ese tema.
De lo contrario, otra hubiera sido la relación.
En este punto las diferencias entre Barbosa y Mier han llegado a un grado irreconciliable.
Eso ya es público.
Pero hay otros aspectos que hasta el momento se desconocen.
En Cúpula hemos subrayado temas que aún son una incógnita.
Por ejemplo, aquella audiencia en la que Barbosa recibió a Armenta Mier el lunes 7 de junio de 2021.
Apenas unas horas antes el gran proyecto electoral de Alejandro, la señora Claudia Rivera Vivanco se había estrellado contra el pavimiento.
El Senador todavía llevaba la estaca clavada pero tuvo que ir a Casa Aguayo.
Lo que se dijo ahí solamente ellos dos lo conocen.
Pero desde entonces el legislador se muestra respetuoso, afable y conciliador con el gobernador.
Por supuesto la supuesta lealtad y devoción de Armenta son más que cuestionables.
Y es que transformación de Alejandro no tiene pierde.
Hace pocos meses veíamos a un político arrebatado, desbordado, lleno de furia.
Utilizaba la tribuna del Senado de la República para hacer expresiones como “Cuando la perra es brava hasta los de la casa muerde”.
Pero de unos meses a la fecha se muestra mesurado, sosegado.
Vaya, en su entrevista con Carmen Aristegui parecía que estábamos escuchando al Arzobispo, toda bondad y conciliación.
Porque mientras el legislador declara “El gobernador Barbosa es el jefe político de nuestro estado”, por otro lado sus allegadas no cesan de arremeter y embestir contra el mandatario.
Por ejemplo todos los ataques que vuelca Julieta Kristal Vences Valencia se deben leer dentro del tramado de intereses que unen a Carlos Alberto Evangelista con Armenta.
Y lo mismo se puede señalar sobre la crisis política en Coyomeapan.
Si bien lo que ocurre en el municipio de la Sierra Negra es un levantamiento social contra el cacicazgo de los hermanos Araceli y David Celestino, el doloso manejo político, el lucro y la raja son operados directamente por la diputada federal Inés Parra Juárez, otra incondicional de Armenta.
Lo publicado en horas recientes en la revista Proceso de inicio a fin son argumentos que esgrime Parra.
Esto ya se vio en la Angelópolis, porque de la misma forma Armenta utilizó a Claudia Rivera Vivanco para atacar.
El político originario de Acatzingo tiende la mano derecha al gobernador Barbosa pero con la izquierda sigue enviando a sus huestes a golpear, ya no con inyecciones de miel, sino con arengas en la tribuna de San Lázaro.
No se debe olvidar que la verdadera intención del equipo de Alejandro era asesinar a Miguel Barbosa Huerta.
Todos los reunidos en esa mesa y que fueron grabados son homicidas en potencia.
Frente a estos antecedentes es obvio que todavía veremos muchas sorpresas.
En mayo de 2022 éste es el contexto rumbo a la sucesión por Casa Aguayo.
La elección del próximo candidato de Morena al gobierno de Puebla recaerá en quien sea la abanderada o abanderado a la presidencia de la República.
Pero el gobernador Barbosa desde este momento ya está ejerciendo su derecho de veto y lo está haciendo como en todas sus acciones, con mano pesada.
cupula99@yahoo.com
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