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La premisa es inapelable; llana y simple; la sola permanencia de Carrancá Bourget es un factor que agudiza la ya descompuesta situación de delincuencia e inseguridad. Víctor Antonio y su séquito son un grupo de burócratas indolentes e inoperantes. Su ineficiencia es –en buena parte-, causante de esta crisis que padecemos desde Huauchinango hasta Ajalpan.

La tesis es muy sencilla: un minuto más que permanezca Carrancá deriva en una mayor descomposición para el estado de Puebla.

El gobernador Antonio Gali Fayad así lo entendió y por eso se buscó un plan B, una alternativa que pudiera contener el desastre. Se buscó un perfil altamente profesional y combativo que pudiera lidiar con el caos. El elegido fue Gilberto Higuera Bernal, un funcionario formado en las grandes ligas de la Procuraduría General de la República (PGR); un fiscal, un policía de carrera.

Y cuando todo esta listo para el esperado, necesario y urgente cambio en la Fiscalía la bancada de Morena en el Congreso local, bloquea la unción de Higuera con un argumento leguleyo, una ‘chicanada’ legislativa.

Los morenistas siguen en la puja electoral con los morenogalistas; están sosteniendo una guerra de ‘egos’ políticos. Pero de manera dolosa están llevando al estado a la inmovilidad y la parálisis gubernamental.

La exigencia de la bancada de Morena debería ser la de una inmediata presentación de Higuera Bernal en el recinto legislativo para estudiar su propuesta de trabajo al frente de la Fiscalía. De la misma manera citar a una comparecencia urgente al Secretario de Seguridad Pública del Estado para que desglose las acciones emprendidas en los últimos meses. Activar todas las medidas necesarias para empujar la pasividad policiaca y ministerial.

Que ejerzan su función contestataria y de oposición, pero de una manera responsable.

Pero no; nada de eso está ocurriendo. En contrario sensu la bancada morenista está llevando al estado a la parálisis, y lo hace comenzando precisamente en el punto más sensible y delicado: la procuración de justicia.

Estamos ante un acto de irresponsabilidad política que tendrá graves consecuencias sociales. Cada  minuto que la fiscalía está detenida por la rebatinga legislativa, la maquinaria de Higuera -que podría arrancar a la brevedad-, se ve congelada.

Si la bancada de Morena sometiera a escrutinio temas como la concesión del agua potable o las  fotomultas, sin duda alguna obtendría un enorme respaldo social. Pero en lugar de eso están jugando con la marcha de la justicia en un acto que simplemente no arrojará saldo positivo alguno.

No se puede jugar a ‘las vencidas’ en temas que son altamente sensibles y dolorosos para muchas familias poblanas.

Los puntos que Morena obtuvo con la derogación de la ‘Ley Bala’ los está perdiendo con sus maniobras leguleyas frente a los cambios urgentes que requiere la fiscalía del estado.

Y aquí los diputados en ciernes están demostrando su verdadera estatura. Lamentable y deleznable.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.


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