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En horas recientes el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco anunció una inversión de 135 millones de pesos para restaurar espacios del Centro Histórico. Se pretende remodelar cinco calles, rehabilitar cinco parques, remozar fachadas de barrios tradicionales y construir una ciclovía.

Nada se ha dicho de la erradicación del ambulantaje que a plena luz del día vende bebidas alcohólicas y estupefacientes. Tampoco se ofrece una postura frente a las agresiones y la extorsión que están sufriendo las trabajadoras sexuales que en plena pandemia siguen ejerciendo su oficio en calles del centro, en condiciones infrahumanas.

Esas mujeres se exponen a contraer una enfermedad de transmisión sexual o contagiarse de Covid-19, mientras sortean las extorsiones de los líderes de ambulantes. Pero eso no lo ve la alcaldesa.

Mucho menos hay una propuesta real, tangible y concreta en materia de Seguridad Pública.

Ya sabemos que Lourdes Rosales es el verdadero poder detrás del poder; que su influencia es supra política, por encima de cualquier funcionario municipal; es la figura intocable, inamovible e incluso innombrable en algunos círculos. Ella está ahí para atender asuntos de una especial profundidad.

Luego entonces la Seguridad Pública tampoco se va a enfrentar en el centro de la Angelópolis.

Entonces ¿Qué representa una inversión de 135 millones de pesos?

Representa lo que la semana pasada apuntamos en esta Cúpula: solamente es maquillaje.

La señora Rivera Vivanco no busca enfrentar los problemas de Puebla; no puede solucionarlos. A lo único que aspira es a maquillarlos.

Se trata de 135 millones de pesos en polvo, rubor y lápiz labial.

Ya veremos si se realizan las licitaciones de rigor y se desglosan los gastos de las obras que se proyectan.

Mientras tanto el ambulantaje continuará, solamente se moverá de calles para que el polvo de las obras no ensucie su mercancía; la inseguridad y la delincuencia avanzarán; el rezago y la marginación seguirán agobiando a las juntas auxiliares.

Todo lo demás será maquillaje.

Miscelánea poblana.

Enrique Cárdenas: el señor de los bandazos.

El respetable académico se convirtió en una veleta. Un día apunta en un sentido, pero al otro da un giro de 180 grados y así va por los callejones del quehacer público.

Primero se decía ajeno a la política, pero de la noche a la mañana apareció como “lopezobradorista”; se perfilaba a si mismo como el abanderado de Morena.

Luego de su fracaso, despotricó contra la “partidocracia”, se erigió como el candidato independiente por excelencia; pero cuando se dio cuenta que los números no le alcanzaban se fue a refugiar a los partidos a los que días antes denostaba.

El PAN lo acogió, pero luego de los resultados electorales no tardó en acusar y recriminar al blanquiazul de su derrota.

Cárdenas quien a inicios de 2018 se decía cercano a AMLO en semanas recientes se ha convertido en uno de los feroces críticos del mandatario. El viernes 21 publicó el siguiente tuit:

“Al no estar declaradas, las «aportaciones» del pueblo (sin su consentimiento) para el movimiento de @lopezobrador_ constituye un delito que debe perseguirse. Se conoce el acto, los actores y todo el entramado de este caso. Ya lo sabíamos, ahora hay evidencia”.

Ahora hasta pide proceso penal contra el primer círculo del presidente López Obrador.

No cabe duda: veleta y figura hasta la sepultura.

Los inexplorados intereses de Juan Collado en Puebla.

Desde mediados de 2019 se reveló que la empresa Libertad Servicios Financieros, uno de los negocios de Juan Ramón Collado Mocelo tenía varias sucursales en Puebla; concretamente seis en la Angelópolis y una en Tehuacán.

Desde esa firma partieron transferencias internacionales a Andorra y España.

Pero en horas recientes se han publicado los nexos entre los operadores de Caja Libertad y el Cártel de Los Zetas.

La revista Proceso documenta que uno de los agentes de Libertad, Francisco Javier Rodríguez Borgio se refugió en España teniendo como enlace permanente a Fernando García Alonso, uno de los contactos de Juan Manuel “El Mono” Muñoz Luévano, el “lavador” de los Zetas, ahora convertido en informante de las agencias de Estados Unidos.

Pero para la perspectiva de Cúpula conviene subrayar que Libertad Servicios Financieros tuvo uno de sus principales bastiones precisamente en la Puebla morenovallista.

Y hasta la fecha el asunto no ha sido debidamente investigado.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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