En días recientes se informa que la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco será citada a comparecer ante la Comisión Inspectora del Congreso del Estado.
Los temas que se pretenden abordar son la compra de los ventiladores, las mini despensas, paquetes sanitarios, los llamados kits, así como los juguetes que supuestamente repartió.
En fin, todos esos puntos que la presidenta trató de utilizar para generar un fallido populismo, pero de los cuales ninguno dio resultado. Muy por el contrario, esos estandartes terminaron por revertirse.
Es muy curioso que cuando la señora pretende enarbolar una causa, siempre, siempre sus intentos terminan en desastre.
El caso de los ventiladores médicos fue emblemático. En medio de la mayor crisis de salud en la historia de la humanidad, la presidenta de Puebla realizó una sola contribución: ventiladores usados que son inservibles.
Ni un solo poblano pudo utilizar los artículos adquiridos por la primera regidora. De ahí en adelante no hubo ninguna otra aportación; ninguna.
No solo es la administración más lamentable y desafortunada; también es políticamente la más errada. Sus confrontaciones escandalosas, viscerales y atropelladas contra el gobernador Barbosa Huerta, tarde o temprano habrán de acarrear graves consecuencias.
Hoy el Congreso la emplaza, pero la edil deja en claro que no va a asistir a las comparecencias y habla de sus atribuciones “constitucionales”. Es evidente que para evitar la cita de los legisladores locales la alcaldesa va a recurrir a mecanismos legales que pueden llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación; es decir a entablar una nueva controversia constitucional.
Todo porque ella no quiere rendir cuentas, ni ser citada a comparecer.
La negativa de Rivera Vivanco dará pie a que se inicie un formal procedimiento legislativo en su contra. Será el primer paso; el formal arranque de un largo proceso; será el principio del fin.
Solamente se espera que la Comisión Inspectora se asesore debidamente con juristas expertos en Derecho Constitucional, para que no cometan las mismas barrabasadas que la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, que no atan, ni desatan en sus desastrosos intentos por desaparecer el Ayuntamiento de Tehuacán.
La Baby Legislatura poblana es probablemente la más hilarante que hayamos visto. Vaya, al punto de que Rocío García Olmedo y José Juan Espinosa toman la dimensión de “estadistas”.
Punto aparte merece la lona de Claudia.
Mucho se ha comentado sobre la lona que colocó la presidenta en favor de la legalización del aborto en Puebla.
El acto debe verse como propaganda; como cuando colocó la bandera de la comunidad gay.
Claudia Rivera Vivanco ni atiende las demandas de la comunidad de la bandera multicolor, ni mucho menos al género femenino.
Habría que hacer un sondeo real y verdadero entre las líderes feministas de Puebla para preguntar: ¿Cuál ha sido la aportación, la contribución de Rivera Vivanco a las luchas feministas? ¿Realmente existe una aportación?
En absoluto; Claudia es una feminista de lona y nada más.
Pretende colgarse de esos movimientos, pero en los hechos reales y concretos su gobierno no mueve un dedo por esos grupos.
Solo toma banderas por las que nunca ha actuado.
Los mismos grupos son testigos.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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