Seleccionar página

Fue una de las expresiones más duras que hayamos escuchado en las conferencias matutinas. El gobernador Barbosa Huerta fustigó severamente a Enrique Doger Guerrero y abiertamente le dijo a Moisés Ignacio Mier Velazco que no era recomendable llevar a su amigo a Morena.

En dos minutos les leyó la cartilla y dejó entrever que hará lo que esté en sus manos con tal de no permitir la entrada del ex rector en las filas de Morena. La comparación con “El Toñín” y con Eukid Castañón fue un mensaje subliminal.

En política nada es casualidad; todo es ‘causalidad’.

Durante aquella exaltada contienda de 2018 Doger fue uno de los operadores de la guerra contra Barbosa. Y ya quedó constancia que los agravios no se han olvidado, ni se olvidarán.

Esa mañana los vientos se estremecieron; el círculo rojo poblano no hablaba de otro tema; se esperaban diversas reacciones.

Pero tanto Mier como Doger conocen las reglas del juego; son políticos experimentados. Es claro que nunca van a generar una polémica con el gobernador del Estado. Saben que el mandatario ejerce a plenitud su jefatura política y también les consta que tiene la mano pesada.

Por eso Enrique no respondió al embate que se lanzó en su contra. Saben que una controversia con Barbosa podría desatar reacciones impredecibles. Por eso las palabras de Doger tuvieron la intención de serenar las aguas y de ninguna manera agitarlas.

Esa es la diferencia entre políticos profesionales y otros que solamente buscan la confrontación descarnada. Nacho Mier nunca pediría a uno de sus más cercanos colaboradores que lleve “una inyección de miel”. Ya lo apuntamos el pasado lunes; son formas radicalmente distintas de hacer política.

Enrique Doger seguirá apoyando a su amigo y aliado Ignacio Mier, guardando las formas que ameritan discreción y mesura. Sabe que camina en aguas pantanosas.

Y por lo mismo jamás se va a confrontar con el gobernador, como hizo una ex alcaldesa desquiciada; también podemos asegurar que nunca dejará el PRI y seguirá apoyando a su compadre en el proyecto.

Dulcería poblana.

Nariz Roja AC felicita a Puebla por su abasto de medicamentos oncológicos.

Ayer el portal de El Universal Puebla publicó una nota sobre el abasto de medicamentos oncológicos; la Secretaría de Salud afirma que cuenta con 92 por ciento de esos tratamientos. Es una nota de trascendencia nacional. Ningún otro estado tiene el nivel de suministros con que cuenta Puebla. Vía Twitter compartimos el dato con Nariz Roja, Asociación Civil que pelea por la dotación de tratamientos para infantes. Apuntamos: “En Puebla la excepción a la regla: 92 por ciento de abasto en medicamentos. La gestión de @RosarioOrozco15 y @MBarbosaMx”. La organización de inmediato respondió: “Excelente noticia!! Felicidades a Puebla!!” Mejor una organización nacional lo reconoce.

Es tan grotesco que se debe acuñar como cinismo “bartliano”.

La actitud de ese Tiranosaurio Rex es tan grotesca que bien se puede acuñar como un nuevo modismo. El cinismo “bartliano” se puede definir como: “Dícese de aquel que sabiendo una mentira histórica, la desmiente con elocuencia y contundencia que pareciera demostrar una verdad irrefutable”. Ese es Manuel Bartlett compareciendo en San Lázaro y acusando que el fraude de 1988 fue orquestado por Salinas y el PAN. Por supuesto, ahora resulta que él nada tuvo que ver.

Ulises Ruíz pasa por Puebla con más pena que gloria.

Hace unas horas Ulises Ruíz Ortiz, ex gobernador de Oaxaca, pasó por Puebla para presentar su libro “Por el rescate de México”, pero su presencia parecía un preludio de las fechas de fieles difuntos; era un velorio. El priismo poblano de plano ignoró la presencia de Ulises y le hicieron el vacío; el oaxaqueño no tiene amigos, compadres, ni conocidos. Fue la demostración de lo que queda de un exgobernador impresentable. Otro dinosaurio que debe extinguirse.

Como siempre quedo a sus órdenes.

Tw @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com


TAGS