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El municipio de San Gabriel Chilac se ubica en el ángulo sureste del estado de Puebla. Es parte de la región oriente de la Mixteca. En esa comunidad se han encontrado basamentos que indican la existencia de una cultura prehispánica.

El pueblo chilateco tiene una profunda tradición comercial. Los antepasados de estas tierras comerciaban en toda la región. Desde siempre ha sido un pueblo de comerciantes. La aridez del suelo no es propicia para cultivar maíz o jitomate, pero si es la adecuada para cultivar el ajo. El ajo que se produce en San Gabriel Chilac llega en camiones tipo torton hasta la central de abastos de la Ciudad de México, constituyéndose en la principal actividad agrícola de la región.

Poseedores de una cultura ancestral las mujeres chilatecas bordan vestidos con motivos multicolores.

Con una profunda fe este pueblo conmemora el Día de Muertos llenando el panteón municipal de adornos florales minuciosamente elaborados. Durante dos días todo el camposanto se llena del olor del copal e incienso.

La economía de San Gabriel Chilac es vigorosa y su cultura es florida y vigorosa.

Pero de la misma manera debe subrayarse que en esa comunidad no se leen los diarios nacionales ‘El Universal’ o el ‘Financiero’. Sus habitantes tampoco visitan sus páginas web, ya que solo un pequeño porcentaje tiene ‘smartphones’ y una inmensa mayoría no tiene computadora, ni conocen el internet.

La mayor parte de la población (tal vez el 95 o 97 por ciento), jamás se enteró de las publicaciones que diarios nacionales hicieron sobre el patrimonio inmobiliario del candidato Miguel Barbosa Huerta. No saben que el abanderado compró una de las casas del expresidente Miguel de la Madrid. De igual manera desconocen dónde queda la colonia Condesa o el fraccionamiento residencial Vista Verde.

La verdad, la realidad es que el llamado ‘Efecto Coyoacán’, el escándalo mediático que recorrió medios nacionales y estatales exhibiendo las propiedades de Barbosa, nunca llegó a Chilac. Como tampoco llegó a la gran mayoría de los municipios de la Sierra Negra, la Sierra Norte, la Mixteca… entre otras regiones de la entidad.

Empero, pese al desconocimiento sobre las acusaciones a Barbosa, en días pasados en esa comunidad de Chilac un grupo de militantes y simpatizantes de Morena se concentró para impedir un evento del candidato a gobernador. Tomaron una veintena de playeras rotuladas con el nombre de ‘Barbosa’ y las quemaron en el cruce de céntricas calles.

La consigna es la misma que recorre otros municipios y regiones: “AMLO Si, Barbosa No”.

Pero, ¿Por qué se da esta crisis? ¿En qué momento se gesta? ¿Qué la origina?

En San Gabriel Chilac la izquierda, los partidos identificados con la izquierda tienen una tradición de décadas. En los ochenta el llamado Partido Socialista Unificado de México ‘PSUM’ tenía comité y una amplia base social en esa comunidad.

Lo mismo sucedió con el Frente Cardenista, luego con el PRD, incluso con el Partido del Trabajo y en años recientes con Morena. El actual alcalde de Chilac obtuvo el triunfo bajo las siglas del PT.

Desde 2014, año de su registro, el partido lopezobradorista construyó todo un andamiaje de militantes y activistas en Chilac.

Pero el día en que Miguel tuvo el control del Partido le dio una patada en el trasero a la militancia tradicional e impuso a figuras con las que tiene algún tipo de compromiso. La expresión es dura pero completamente descriptiva: ‘una patada en el trasero’; eso fue lo que recibieron las tropas morenistas.

Y hay que decirlo de manera absolutamente clara: lo mismo hizo el candidato a gobernador en –por lo menos-, el 80 por ciento de los municipios poblanos.

Hoy Barbosa aparece en videos en las redes sociales presentándose como una víctima de la ‘guerra sucia’, pero la realidad es que los señalamientos en la prensa nacional y estatal únicamente son misiles que impactaron en el ‘círculo rojo’; en la ‘comentocracia’, en las estructuras de los partidos políticos y sus militantes activos.

Pero allá, en el campo de batalla, en las Sierras y la Mixteca poblanas, solo el uno o dos por ciento de los pobladores se enteraron. No más.

En esas comunidades lo que está haciendo estragos en la campaña de Barbosa son las imposiciones que realizó y la ruda manera en que golpeó a la militancia en regiones enteras.

Hoy todos esos agentes agraviados, ofendidos, lastimados le están pasando la factura. Ahí nada tiene que ver Rafael Moreno Valle; en nada interviene Martha Erika Alonso.

Es solamente las tropas de una militancia herida que todos los días trabaja en pos del “AMLO sí, Barbosa no’.

Aquí nada tiene que ver el ‘Efecto Coyoacán’; el que está causando una catástrofe es el ‘Efecto Chilac’.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.


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