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La tarde del viernes 12 de abril Alejandro Armenta publicó en sus redes sociales un video en el que aseguraba ‘gané la encuesta’ y siguió con toda una serie de aseveraciones que nada tenían que ver con la sesión realizada en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Esa noche ningún medio nacional citó el mensaje del legislador con licencia. ¿Eso qué representa? ¿Qué significa que los medios nacionales dejen de considerar las palabras de Armenta como una fuente formal?

Esto significa que su persona ha dejado de tener seriedad y formalidad políticas. Lo cierto es que los audios que circularon en forma salvaje en medios estatales y nacionales liquidaron, masacraron, decapitaron su credibilidad.

Hoy todas esas tribunas nacionales saben de la exigencia y de sus condiciones para que le entregaran la mitad de las posiciones del gabinete interino y de la próxima administración. Saben que su aliada pensó en recurrir al homicidio, al asesinato, como una forma de acabar con su adversario político.

Por esa razón cuando Alejandro sale sonriente y dice ‘gané la encuesta’, los medios nacionales se dieron cuenta de que estaba declarando algo completamente ajeno a lo resuelto por el tribunal. Por eso nadie mencionó, ni citó sus palabras.

El desgaste al que se ha sometido a sí mismo es descomunal. Lo declaró la misma Yeidckol: ‘Armenta está dilapidando su capital político’ y es completamente cierto.

Cada día son menos las huestes que lo siguen y aún menos los que le dan seriedad a sus palabras. Simplemente no supo cuando detenerse. Se metió en una espiral de la que no hay salida posible.

Ante la segunda impugnación es evidente que la dirigencia nacional de Morena seguirá apoyando a Barbosa Huerta y que no hay manera en que abandonen su candidatura.

¿Entonces a qué le apuesta Armenta?

De ninguna manera le apuesta a ganar, solo está jugando a embarrar y ensuciar hasta donde sea posible esta campaña. Ya no se trata de estrategia, solamente es una venganza.

‘No me dieron la candidatura, no me dieron la mitad del gabinete, no piensan darme algo en la próxima administración, voy a hacer todo lo que pueda para enlodarlos’. Más o menos ese es el razonamiento; completamente visceral.

¿Qué pasará cuando se le acaben los recursos jurídicos? Seguirá urdiendo ataques y embestidas contra Barbosa; no dejará de hacerlo ni por un día; recorrerá el estado buscando confrontarlo.

Ya no se trata de política, es simplemente una venganza.

Un escenario sin duda deplorable.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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