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La alianza entre PRI, PAN y PRD sigue avanzando, impulsada por el bloque de gobernadores autodenominados federalistas y el empresario Claudio X. González. El grupo sigue insistiendo ante Dante Delgado para que Movimiento Ciudadano se adhiera.

Tarde o temprano el veterano político veracruzano habrá de aceptar la inclusión, porque ese bloque opositor será la gran plataforma que permita la candidatura presidencial del jalisciense Enrique Alfaro Ramírez en 2024.

Esta unión representa la muerte de las ideologías, los colores y los principios de todos esos partidos.

Esto es una pelea callejera que reúne a pandillas de distintas colonias en un TUCOM, Todos Unidos Contra Morena.

En Puebla el referido frente pondrá en severos aprietos al partido en el poder, habida cuenta del desastroso papel de sus alcaldes. El ejemplo de la devastación se llama Claudia Rivera Vivanco.

El pasado viernes 13 se conoció que en el Charlie Hall se llegó a un acuerdo inusitado e insólito. El bloque de regidores panistas -siempre críticos y cáusticos ante la alcaldesa-, ahora llegó a un acuerdo.

La realidad es que la negociación va más allá de la mera aprobación de impuestos municipales. No se trata de un pacto momentáneo, sino de un acuerdo a largo plazo.

En realidad, Claudia está acordando -desde este momento-, la entrega recepción a una futura administración panista.

De esta manera Rivera estaría comprando un pase de impunidad para evitar una persecución cuando termine su trienio.

La presidenta sabe que la hipotética llegada de Gabriel Biestro -o cualquier otro barbosista-, a la alcaldía representaría abrir los archivos de la tesorería municipal, los expedientes técnicos, los contratos, la nómina, los gastos personales. Toda aquella documentación a la que todavía no puede llegar la Auditoría Superior del Estado.

Por esa razón, por pánico, Rivera prefiere negociar con sus críticos del bloque panista.

Y en la elección de 2021 hará lo que pueda para impedir el arribo de un alcalde barbosista.

La lección que deja el temeroso, el pávido silencio de José Juan Espinosa Torres, es que en Casa Aguayo no gritan, no amenazan, no vociferan como lo hacía el morenovallismo.

Ahora el estilo personal de gobernar estriba en guardar silencio y esperar pacientemente los tiempos.

La suerte de Rivera Vivanco ya está echada; solo que ella aún no se da cuenta.

Miscelánea poblana.

Juventud, primer lugar en consumo de alcohol.

Pocos medios dieron tratamiento al informe de la Encuesta Nacional de Salud Pública que arrojó datos devastadores.

Puebla encabeza la lista de estados con mayor consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes cuyas edades van desde los 10 a los 19 años.

El escenario es alarmante.

La ingesta a tan temprana edad derivará en que muchos de estos adolescentes se conviertan en alcohólicos. Al margen debe anotarse la alta posibilidad de que combinen el consumo de alcohol con enervantes, que ahora son de fácil acceso para la pubertad mexicana.

La Secretaría de Salud de Puebla debe diseñar un plan integral para lograr abatir ese hecho terrible.

Flor del Bosque puede ser un enorme espacio dedicado a la juventud poblana.

Hoy esa juventud está sometida a otra influencia que son las redes sociales donde priva la dictadura de buscar más “seguidores”; todos los días las nuevas generaciones dedican horas a esas plataformas. Las redes sociales han llegaron a decapitar la ya menguada cultura del deporte y del libro.

Cúpula es un espacio propositivo; siempre presentamos iniciativas, aunque en la mayoría de las ocasiones la clase política no las toma en cuenta.

Ahora con la recuperación de 42 hectáreas en Flor del Bosque se pueden construir pistas de diferentes longitudes para corredores; una de cinco kilómetros, otra de diez, una más de veinte y senderos para quienes caminan. Pero sobre todo difundir y motivar el uso de esas pistas; que los jóvenes busquen romper sus propias metas deportivas en lugar de buscar más “likes” en Facebook.

Abrir y promover los espacios para alejar a esos adolescentes del alcoholismo y darles una carta de propuestas.

Lo mismo se puede hacer en la zona del Tentzo; pistas para corredores y ciclistas; el cerro se puede convertir en el principal centro para bicicletas de montaña de todo el país.

Atención, no debe olvidarse este dato; desde la gestión del inolvidable y entrañable Salomón Jauli Dávila ninguna otra administración ha dado impulso a los espacios deportivos.

Las ciclopistas del morenovallismo son elefantes blancos; inútiles para el deporte, pero eficaces para facturar decenas de millones de pesos.

Y ahora Puebla está pagando las consecuencias sociales del abandono a la promoción del deporte.

Ojalá la recuperación de esos espacios verdes se transforme en una oferta de vida para la juventud poblana.

Ojalá.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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