En política no hay casualidades. Todo obedece a un plan. A veces atinada, otras desastrosamente trazado; pero siempre hay un porqué. Nada se deja al azar y mucho menos a la suerte.
El domingo 2 de julio la revista Proceso lleva en su portada al exgobernador Rafael Moreno Valle. Una semana después, el lunes 10 de julio, el rotativo nacional La Jornada lleva como su principal encabezado una severa imputación sobre procesos contra 366 opositores políticos.
El miércoles 2 de agosto La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordena reabrir la investigación sobre la publicidad del libro ‘La Fuerza del Cambio’. Una nueva indagatoria deberá abordar quién contrató los anuncios, así como los términos y condiciones establecidas. Es decir se trata de una investigación de gran calado que pretende llegar al fondo del financiamiento de los espectaculares que están en todo el país.
Tres reveses aparentemente sin conexión nos arrojan un escenario inapelable, indiscutible: alguien está tacleando las aspiraciones presidenciales de Rafael Moreno Valle. Se están utilizando medios nacionales y el mayor tribunal electoral para poner en un brete al aspirante poblano.
Esto de ninguna manera es una coincidencia. Todo indica que hay una mano poderosa, con tentáculos a nivel de gabinete presidencial, que esta poniendo todos los obstáculos en la carrera de Rafael. Durante meses lo dejaron que avanzara, que corriera las yardas que quisiera. Pero, algo pasó, alguien se incomodó. Y a partir del 2 de julio empezó una embestida que no ha parado, no ha cesado.
La lectura es clara: tratan de parar a Moreno Valle, antes de que su crecimiento se les salga de control. En realidad le están confiriendo facultades y posibilidades que consideran peligrosas. Si Rafael no fuera un aspirante con capacidad de crecimiento simplemente no le harían caso, no lo tomarían en cuenta, no valdría la pena utilizar maquinaria pesada para detenerlo. Pero los golpes nos hablan del tamaño de la expectación que despierta. Un misil en la revista Proceso, otro en La Jornada, un proyectil más en el Tribunal Electoral.
Sería iluso pensar que esto va a quedar aquí. La lógica indica que la campaña mediática y jurídica contra Rafael Moreno Valle se prolongará.
A alguien puso nervioso con su carrera. Y todo apunta que no se detendrá en los próximos meses hasta que lo coloquen en la posición de coadyuvante; es decir de torre azul en el tablero de la sucesión del 2018.
Dulcería poblana.
Con un sarcófago Blanca Alcalá es sobrevalorada, sobredimensionada.
El nombramiento de Blanca Alcalá Ruiz (la Barbie tlaxcalteca), como Embajadora de México en Colombia solo puede verse como una forma de exilio de la política poblana.
La señora es una perfecta desconocedora del Servicio Exterior Mexicano; ajena completamente a la pulcra tradición de la diplomacia; su galopante falta de cultura solo causará vergüenzas nacionales en tierras sudamericanas.
Entonces ¿Cuál es el sentido de este nombramiento? ¿Por qué enviar a una política de poca monta e inexperta a la embajada en Colombia?
La señora fue enviada para exiliarla, para sacarla de Puebla y que no meta sus fatídicas manos en el proceso electoral de 2018. No pudieron hacerla Delegada del Infonavit en Baja California porque es Senadora.
Pero analizando este exilio también debemos preguntarnos: ¿Qué hubiese pasado si la dejaban en Puebla? ¿Tiene la fuerza, el liderazgo para influir o descarrilar el proceso electoral? ¿Tiene la inteligencia para inclinar la balanza?
De ninguna manera. No tiene la fuerza, tampoco el liderazgo, mucho menos la inteligencia.
La señora aún en calidad de finada sigue siendo sobrevalorada y sobredimensionada por su benefactor Emilio Gamboa Patrón.
Blanca ya es un cadáver político, solo que nosotros la vemos como una momia de Guanajuato y Gamboa la ve como una momia egipcia. Por eso le dio esa embajada, a manera de sarcófago.
Tehuacán en vías de ser tierra perdida para el morenovallismo.
Hace unos días el grupo ‘Identidad Panista’ hizo su formal arranque en Tehuacán. La nota cobra especial relevancia por el nutrido poder de convocatoria que mostró el bloque antimorenovallista.
Figuras del panismo tradicional se sumaron al frente. Entre las adhesiones destacó la presencia de René Lezama Aradillas, otrora delfín y protegido del exgobernador.
Paulatinamente figuras que eran cercanas a Casa Puebla se han ido retirando y de plano han tomado partido en favor del grupo rebelde.
El panismo tehuacanero sufre una fractura sin antecedentes y sin parangón.
Y si esto sigue así el morenovallismo y su candidata pueden perder la presidencia de Tehuacán, así como la diputación federal y las dos diputaciones locales.
Al tiempo.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.
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