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El pasado sábado un grupo de connotados panistas se reunieron en la residencia de su convocante y anfitrión. Los cubrebocas se dejaron a un lado y por más de una hora nadie guardó la “sana distancia”.

El tema que ocupó a un grupo de líderes albiazules fue la situación jurídica de Genoveva Huerta Villegas. Se discutió sobre el proceso penal que se sigue contra Eukid Castañón y cuyas evidencias ya desembocaron en la lideresa del PAN.

Algunos opinaron que es poco probable que el gobernador Barbosa Huerta decida influir para que se libre una orden de aprehensión contra Huerta.

Otros argumentaron que si es posible.

Pero la sentencia la enfatizó uno de los gurús azules:

“¡A Barbosa no le importa que sea la presidenta del partido, la va a exhibir como López Obrador tiene a Lozoya, para ellos son trofeos!… Por eso hizo la declaración de que también buscan a Mario Marín, para demostrar que van sobre unos y sobre otros”.

Al final todos estuvieron de acuerdo en que sostener a Genoveva al frente del barco sería un grave error.

Sobre todo se puso sobre la mesa el hecho de que nadie sabe hasta dónde escalarán las investigaciones contra Eukid y de qué manera futuras evidencias podrían inculpar -aún más-, a la fémina.

Tarde o temprano, en cualquier momento el poder judicial podría obsequiar una orden de aprehensión contra Huerta y aunque proceda el amparo, la señora quedará en calidad de inculpada, arrastrando consigo a toda la estructura albiazul.

La posibilidad de postularla a un cargo de elección quedó desechada.

El impacto podría afectar a otras candidaturas que desde este momento se consideran valiosas y estratégicas.

Concluyeron que pedirán a Marko Cortés una salida decorosa para Huerta Villegas, un permiso temporal, un tema de salud, cualquier pretexto es bueno para sacarla de la escena política.

La lideresa sabe que en cuanto quede sin el cobijo del cargo su persona será doblemente vulnerable.

La determinación quedará en manos de Marko quien habrá decidir si sostiene a Genoveva o la lanza a la arena romana para salvar las candidaturas que ya están cocinadas rumbo el 2021.

Cortos en Cúpula.

Confinamiento y crisis generan mayor efervescencia y violencia social.

Es muy probable que en las próximas semanas e incluso meses veamos un recrudecimiento de hechos violentos en la sociedad mexicana y por supuesto poblana.

Esto ya sucede en algunas ciudades de Estados Unidos.

Los analistas de la psicología social señalan que el confinamiento, el desempleo, el cierre de negocios están creando una atmósfera de efervescencia y violencia social.

Hechos que en otro momento quedarían como meros altercados verbales, en este contexto pueden detonar en enfrentamientos de cruda violencia.

Repetimos, no es un efecto local, es un escenario mundial, son parte de las consecuencias psicológicas de la pandemia.

Carlos Cabal Peniche y sus negocios en Tehuacán.

Carlos Cabal Peniche, uno de los principales operadores financieros del salinismo está de vuelta. El diario Reforma puntualizó sus actividades al servicio de la familia Alemán.

Pero en Cúpula queremos recordar que en sus épocas de gloria Cabal tomó a Tehuacán, Puebla, como uno de sus puntos de inversión.

Durante los últimos años del gobierno de Miguel de la Madrid, el empresario Carlos Cabal compró todo el inmueble del hotel Peñafiel que estaba abandonado y remodeló una parte a la que nombró hotel Casa Cantarranas, con un logotipo CC, una clara alusión a su nombre.

A la inauguración asistieron como invitados de honor Jesús Silva Herzog “El Diamante Negro” y Manuel Bartlett Díaz, entonces Secretarios de Hacienda y Gobernación respectivamente.

Cantarranas era el primer hotel de una cadena que se proyectaba.

En la otra parte del edificio ordenó crear una universidad.

Luego llegó la persecución política; los bienes fueron incautados y posteriormente rematados.

Cabal fue defenestrado.

Pero recordamos que en su momento apostó por inversiones en turismo y educación.

Que no se olvide.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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