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En un mundo que ofrece escasas soluciones a diferentes problemas sociales los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) han demostrado ser un modelo exitoso. Una terapia grupal que transforma la vida de miles o tal vez millones de personas que han abandonado el alcoholismo.

En las principales ciudades del planeta operan los grupos de AA; lo mismo en Nueva York, México, Moscú o Praga.

Sin embargo existe una pequeña población mexicana donde ocurre un fenómeno inédito e inaudito.

Porque en aquel municipio nunca ha podido avanzar un grupo de Alcohólicos Anónimos. El primer día se dan cita una veintena de personas; pero luego de unas semanas paulatinamente van abandonando las reuniones; se nombra un “padrino” una persona que conduce el grupo y orienta a otros alcohólicos, pero a los dos o tres meses esa persona recae y organiza una fiesta que se convierte en tremenda borrachera. Por años se ha buscado instalar un grupo formal de doble AA, pero después de unos meses deja de operar.

Es tan fuerte el alcoholismo social, se muestra tan enraizado en las familias de la localidad que incluso se registran casos de madres que alcoholizan a sus pequeños hijos con aguardiente o cerveza; y nos referimos a infantes de cinco o seis años de edad.

Subrayamos, se trata de una pequeña población mexicana donde el alcoholismo es el más grave problema de salud pública. Ni siquiera los grupos de AA han podido permear en esa sociedad.

El municipio es Altepexi, Puebla, se ubica en el valle de Tehuacán, es vecino de Ajalpan y San Sebastian Zinacatepec y tiene alrededor de 25 mil habitantes.

Los presidentes municipales se abocan a realizar pequeñas obras, como guarniciones, banquetas, pozos de agua. Pero jamás han abordado una estrategia para paliar el problema del alcoholismo. Lo ven como parte del escenario social y la idiosincrasia local, frente a la que poco o nada se puede hacer.

Empero en este momento el alcoholismo es solo uno de sus problemas. Desde hace unos años en Altepexi comenzaron a distribuirse todo tipo de enervantes: marihuana, cocaína y en meses recientes cristal. Como suele suceder la droga les es ofrecida a jóvenes, en muchas ocasiones adolescentes.

Los reportes vecinales denunciaron la venta de drogas a las afueras de las secundarias de Altepexi, pero por alguna extraña y enigmática razón las autoridades municipales nunca atendían esos llamados.

La mañana del lunes 25 de mayo en un operativo coordinado de la Policía Ministerial y Estatal fue detenido Isaac N, alias “El Saquito”, el principal narcomenudista de Altepexi, Puebla. Este sujeto vendía todo tipo de enervantes a los adolescentes de la población, sin embargo nunca fue tocado por la Policía Municipal.

Las versiones de los pobladores coinciden con las primeras indagatorias. El narcomenudista apodado “El Saquito” siempre contó con la complacencia del presidente municipal de Altepexi Pablo Desiderio Miguel y su Regidor de Gobernación Carlos Zeferino.

Pero además sobre el edil hay toda una serie de crudos señalamientos porque hace lo que quiere con el Ayuntamiento.

Pablo incurre en excesos como la colocación de empastado sintético en una cancha por la cantidad de 6 millones o un entubamiento de agua potable que presentó con un costo de 8 millones, pero al final la cifra erogada fue de 10 millones de pesos.

El edil opera a su antojo pues tiene como Tesorero Municipal a un sobrino político Elio Salomé Pantaleón y otra sobrina, Paola Andrea Avelino Desiderio es la Directora de Protección Civil.

De hecho el Regidor de Gobernación Carlos Zeferino es el jefe policiaco, toda vez que no hay Director de Seguridad Pública Municipal.

Al inicio de esta entrega abundamos sobre el grave problema social que representa el alcoholismo en Altepexi, pero en las semanas de esta contingencia sanitaria la gran mayoría de las cantinas, cervecerías y lupanares siguen operando de manera impune. Previo “acuerdo” con la autoridad municipal los lugares que expenden bebidas alcohólicas no han dejado de trabajar.

La detención y las declaraciones que el narcomenudista Isaac N, alias “El Saquito” haga ante las Fiscalías General del Estado y General de la República pueden llevar a la caída de otro alcalde, como fue el caso de Ignacio “Nacho” Salvador quien claramente estaba coludido con la delincuencia.

Es deplorable que sigan envenenando a toda una generación de jóvenes de Altepexi.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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