La 4T, el régimen político creado por Andrés Manuel López Obrador, en horas recientes padeció los momentos más oscuros de su gestión.
El asunto es en extremo delicado. Estamos ante un tramado de circunstancias que vamos a desglosar y que están causando un acelerado, vertiginoso desgaste a la figura presidencial.
PRIMERO.- En una gira por su natal Tabasco el ejecutivo encabezó un acto masivo en Macuspana donde hubo gritos en contra del alcalde Roberto Villalpando de extracción morenista. Las expresiones sociales no pudieron ser acalladas; AMLO invocó sus programas sociales pero la gente rechazó que estuvieran llegando. Claramente irritado, descompuesto, el presidente canceló su discurso.
El hecho de que haya sido interpelado en su propia tierra nos habla del tamaño de la inconformidad y la irritación social. Queda claro que hace mucho concluyó la luna de miel.
SEGUNDO.- El tema se abordó en el crítico rotativo Reforma, la aprobación social al presidente López Obrador está bajando de manera drástica. Interrogado sobre el punto el mandatario reconoció que es real, pero acusó a los ‘conservadores corruptos’ del descenso en sus niveles de popularidad.
La encuesta fue levantada en días previos; aún no se ven reflejados los efectos del movimiento feminista que tendrá su punto crítico el 9 de marzo. El estudio tampoco refleja la efervescencia universitaria que detonó en Puebla y que se extiende a otras ciudades.
El gran problema es que el presidente no acaba de aceptar que la indignación social por la violencia es el núcleo, el eje de estos tiempos. El mandatario pensó que sus programas sociales serían un enorme paliativo, pero nunca calculó que el monstruo de la criminalidad rebasaría por mucho cualquier propuesta asistencialista.
Los crímenes de Ingrid y Fátima visibilizaron la violencia feminicida frente a la cual nada, absolutamente nada se está haciendo. La negativa a aceptar esa crisis creó una zanja, un foso de distancia entre López Obrador y los sectores feministas.
En todo el país crecen los colectivos en búsqueda de desaparecidos; surgen organizaciones civiles que denuncian la descomposición de cuerpos policiacos y órganos de impartición de justicia. El tema es tan profundo que está fracturando la relación entre AMLO y grandes sectores de la sociedad mexicana.
El problema es que el presidente no quiere aceptar el rompimiento social y por tanto no presenta soluciones, ni estrategias para detener la creciente violencia.
Frente a esto, la criminalidad en todas sus expresiones seguirá creciendo y los hechos se seguirán agudizando.
Desde los narco-ejércitos que tienen cientos de sicarios a sus órdenes, como aquellos que salieron a defender a Ovidio, hasta la violencia feminicida encarnada en sujetos triviales que un día decidieron ultimar a su pareja.
Absolutamente nada se está haciendo frente al creciente poderío de los grandes capos y tampoco nada se hace frente a situaciones domésticas como las que padeció Ingrid Escamilla antes de ser desollada por su pareja.
En esta Cúpula lo hemos señalado de manera puntual; en el mejor de los casos, si los programas asistenciales tienen un efecto lo veremos en diez o quince años. Mientras tanto se seguirán cometiendo diez homicidios de mujeres diariamente, como lo señalan las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
TERCERO.- Si la crisis de inseguridad, violencia y feminicidios golpea de manera salvaje a los grandes sectores sociales, el desabasto de medicamentos es un cáncer silencioso que está devorando las entrañas de la 4T.
En algunas ocasiones los familiares pueden salir a protestar; toman avenidas y accesos hospitalarios, mientras los medios de comunicación dan cobertura a su irritación.
Pero en el interior de la República muchos casos permanecen en silencio, no se hacen ‘visibles’ y de manera casi desapercibida están muriendo infantes y adolescentes por un inapelable, indiscutible desabasto de medicamentos.
CUARTO.- La gran bandera del lopezobradorismo fue la honestidad, siempre contrastada con la corrupción de los pasados sexenios y en concreto con la alusión al gobierno de Peña Nieto.
Pero en las últimas horas dos investigaciones periodísticas han despedazado el mito de la honestidad en la 4T.
Una primera investigación realizada por el periodista Esteban David con el apoyo de Marcela Turati y el portal Quinto Elemento Lab. descubrió la existencia de 171 compañías creadas entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019, que hasta el momento han recibido 366 millones de pesos a través de 561 contratos con 92 dependencias del gobierno federal.
La investigación fue titulada ‘Empresas al Vapor’. En realidad se trata de falsos empresarios, pero que son cercanos a la administración federal y se están enriqueciendo de manera ilegal y corrupta.
Es la nueva versión de ‘La Estafa Maestra’; crear empresas ficticias de manera precipitada para convertirse en ‘proveedoras’ del gobierno federal.
Figuras como Irma Eréndira Sandoval, Secretaria de la Función Pública y Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte, son insostenibles; simplemente no pueden permanecer en sus cargos. Pero el manto presidencial las seguirá cobijando mientras paga un descomunal costo social y político.
Una segunda investigación periodística realizada por el portal Ruido en la Red y Aristegui Noticias exhibe a Alfonso Romo como un depredador del agua y el medio ambiente en la península de Yucatán.
A través de la empresa Enerall se están explotando los mantos acuíferos de Yucatán e incluso destruyeron un cenote, todo para satisfacer los negocios particulares del Jefe de la Oficina de la Presidencia.
Bastaron dos investigaciones periodísticas para despedazar la honestidad de la 4T.
Cuando el presidente López Obrador sea cuestionado sobre estas investigaciones acusará a los ‘conservadores, corruptos, neoporfiristas…’, mientras cada día que pasa se aleja del pueblo que votó por él.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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