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Es un oficio escabroso, horrorizante.

Sin duda se debe tener una vocación especial para realizarlo.

La llamada tanatoestética es el oficio de maquillar cadáveres. Es una costumbre ancestral que se remonta a miles de años en distintas culturas y civilizaciones. Lo cierto es que aún hoy se practica en algunas funerarias a petición expresa de los familiares del occiso. Buscan, pretenden, anhelan que el cuerpo tenga una presentación más o menos agradable para quien desee despedirse de frente.

Bueno, eso fue exactamente lo que los priistas poblanos hicieron hace unos días cuando se reunieron en torno a su malograda candidata Blanca Alcalá Ruiz. En medio de su inconmensurable, inconcebible, pero ya conocida soberbia la señora sentenció: “Yo no perdí, perdió Puebla”. Solamente ella puede creer su banal argumento.

Esa fue la formal despedida que el priismo dio al cadáver político de Blanca Alcalá, quien ahora apuesta a formarse en la fila de los aspirantes para el 2018. Esto debe verse como un recurso para seguir en el juego. Para que en tres o seis años pueda aspirar a otra posición que le permita hacer lo que siempre ha hecho: lucrar, medrar con la política.

Los priistas maquillaron a su cadáver quien salió de su ataúd a despedirse, con el atuendo de la soberbia, la arrogancia y la petulancia. Gestos que ya a nadie impresionan, a nadie engañan.

La señora ya no está en su apoteosis cuando despachaba en el Charlie Hall; hoy ya es una rémora, un lastre. La cúpula tricolor le rindió un último homenaje de cuerpo presente, porque todos saben que su carrera política hasta ahí llegó, ahí terminó.

No importa que tanto la maquillen, no importa que tan ufana se presente; la realidad de las pruebas demuestra su voraz, rampante corrupción y el rechazo de los votantes. Ambos factores son las paladas de tierra que la sepultaron.

El electorado lo sabe; los priistas lo saben. Ella sola se engaña.

Dulcería poblana.

Beltrones y la capacidad de reinventarse… No, de ninguna manera esta liquidado. Manlio Fabio Beltrones trae una nueva baraja (no solo una carta), bajo la manga. Renuncia al PRI para tener la capacidad de maniobra que verdaderamente busca.

Al tiempo.

 

La genética traicionó al dinosaurio… Aunque en los últimos años Manuel Bartlett Díaz se ha vestido con el ropaje de la supuesta, la presunta democracia, lo cierto es que tarde o temprano la genética habría de traicionarlo.

Bartlett representa una época oscura en la historia de México; la del autoritarismo visceral; los nexos turbios con criminales como Zorrilla Pérez; los burdos fraudes electorales.

Y aunque en años recientes se pegó a su nueva ubre llamada Andrés Manuel López Obrador lo cierto es que no pierde el gen priista.

Cuando la bancada del Partido del Trabajo (PT) tuvo la oportunidad de apoyar la histórica iniciativa 3 de 3, Bartlett y su bancada se salieron del recinto senatorial. El dinosaurio tomó la palabra en por lo menos tres ocasiones, pero a la hora de votar se ausentó. Valiente contrasentido; típica incongruencia de este representante de la era mesozoica.

Deleznable censura a la poesía erótica de Gloria Mejía… En horas recientes la escritora de versos eróticos Gloria Mejía denunció la censura de que fue objeto por parte de Lissette Del Río Quintanilla organizadora de la “Feria del Libro Independiente”… que resultó muy poco independiente.

“Con la luna en el ombligo” es el libro de poesía erótica que se presentaría, pero de manera deplorable fue censurado por Del Río Quintanilla quien se esta exhibiendo como una representante de la Puebla monacal.

Desde esta Cúpula enviamos a Gloria un abrazo con nuestra solidaridad y el aprecio de siempre.

Quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.


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