Seleccionar página

El tema tendrá las secuelas más graves que se hayan visto en los últimos años. El académico Alfonso Esparza se ha mostrado en un tenor provocador, desafiante.

Desde un principio el gobernador Barbosa Huerta tendió todos los puentes al rector; lo invitó a una reunión abierta, de frente a la opinión pública, en una audiencia ciudadana; una cita sin corbata. En Cúpula incluso opinamos que Esparza debería hacerse acompañar de Manuel Sandoval Delgado, pero tal parece que el arquitecto está más ocupado en sus negocios.

Esparza ignoró, desdeñó la invitación de Barbosa.

En realidad considera que la presencia universitaria de Beatriz Gutiérrez Müller será un manto que lo podrá proteger durante todo su rectorado. Alfonso no entiende que su naturaleza es doméstica; es una figura pasiva; de ninguna manera puede considerarse un guerrero.

Y lo único que ha hecho es provocar a alguien que si lo es. El enfrentamiento entre Barbosa Huerta y Esparza Ortiz continuará en ascenso. Esto no se va a detener.

Sin embargo las recientes declaraciones del mandatario poblano deben entenderse en su justa dimensión. Barbosa traza una ruta de apoyo a la Universidad y al hacerlo marca una diferencia entre institución y el individuo que se escuda detrás de ella.

Es su forma de decir: ‘Con la BUAP todo’ pero de inmediato agrega ‘allá el rector con sus decisiones’.

Es muy probable que en los siguientes días el ejecutivo siga mostrando claras señales de respaldo al funcionamiento institucional. Pero no tardarán en reactivarse las imputaciones sobre el manejo personal que Esparza hizo de las finanzas universitarias.

El conflicto seguirá escalando y en esta Cúpula siempre habremos de recordar que en más de una ocasión Barbosa tendió la mano a Esparza, pero aquel en un acto lleno de soberbia y desmedida arrogancia solamente creó una confrontación donde no la había.

Este es el inicio de uno de los episodios más agitados de la política poblana.

Al tiempo.

Dulcería poblana.

Claudia recurre los medios para tratar de detener el naufragio.

La escena es tragicómica. Claudia Rivera Vivanco trata de levantar su atropellada imagen en una serie de entrevistas pactadas, acordadas, con guion preestablecido y respuestas por escrito o memorizadas.

Pero solo basta que una de esas entrevistas se suba a Facebook o a Twitter para que se desborden los comentarios negativos sobre su persona. Es verdaderamente impresionante el repudio que Rivera Vivanco desata en la sociedad poblana; el rechazo es descomunal.

En las publicaciones de Facebook se puede ratificar que el 98 por ciento de los comentarios son en su contra y el 2 por ciento restante son ‘troles’, cuentas sin amigos y sin contenido.

Es una verdadera tragicomedia.

La nueva política mediática en nada le está ayudando mientras no vaya respaldada por acciones reales y concretas en las calles de Puebla.

Todo lo que usted ha visto en los medios tiene una clara definición: patadas de ahogada.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


TAGS