El escenario no podría ser más desolador, incluso desgarrador. El país lleva dos sexenios sumergido en una violencia insólita, inaudita, incontenible. Y las evidencias de las últimas horas muestran que este desastre humanitario, la catástrofe, el Holocausto Mexicano continuará en los próximos años.
Hace semanas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) difundió un video en el que aparecen sicarios con trajes similares a los de la Marina Armada, portando fusiles de alto poder y en el que anuncian que van por Juan José Farías Álvarez alias ‘El Abuelo’.
El personaje apareció en la escena michoacana en la etapa de las autodefensas formadas por el médico Juan José Mireles Valverde. ‘El Abuelo’ es el líder de los grupos comunitarios que aún permanecen vigentes. Algunas versiones lo relacionan con grupos criminales, pero hasta el momento todo queda como parte de una leyenda que incluso tiene su corrido.
‘Hoy vamos a pelear por los derechos
que nos merecemos
porque hasta el gobierno se nos hace el ciego,
pero a motivarnos llego nuestro líder
llamado El Abuelo…
El pueblo unido no será vencido
aquí les decimos nos sobran motivos
para revelarnos
no somos violentos, pero pelearemos
hasta liberarnos…’
La mañana del viernes 30 de agosto en Tepalcatepec, Michoacán, se hicieron numerosos reportes sobre la entrada de grupos armados a la población. Incluso circuló el video de un camión completamente blindado de manera rústica; placas metálicas reforzaban al vehículo que semejaba un tanque de guerra, versión Jalisco.
Los testimonios aseguran que durante horas se pidió el apoyo de la Policía Estatal y de la base militar más cercana que se encuentra en Apatzingán. Pero los minutos pasaron y las fuerzas del Estado nunca aparecieron.
Ante el vacío de autoridad, rápidamente los pobladores se organizaron para repeler a los sicarios del CJNG. Los propios habitantes aseguran que fueron 5 mil las armas que salieron para defenderse.
Después de tres horas de enfrentamientos el convoy de ‘El Mencho’ fue abatido. El grupo de ‘El Abuelo’ envió al Blog del Narco un video grabado con un dron en el que aparecen las camionetas del CJNG con los sicarios muertos sobre el pavimento y en una batea.
Así con ese video, ‘El Abuelo’ festejó su triunfo sobre ‘El Mencho’.
Pero al margen del orgullo regional que puedan festinar los pobladores de Tepalcatepec las preguntas forzosas son las siguientes: ¿Cuál es el papel de las fuerzas federales y en especial de la Guardia Nacional ante los enfrentamientos anunciados? ¿Qué se está haciendo frente a convoyes que irrumpen en poblaciones de las que salen 5 mil hombres armados a defenderse?
En Tepalcatepec quedó demostrado que la estrategia de seguridad es la misma que vimos en los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto: la táctica de replegarse, de simular un gran despliegue policiaco y militar, pero cuando el enfrentamiento ya terminó.
La Guardia Nacional es la mayor fuerza policiaca en la historia de México, pero para los pobladores de Tepalcatepec solo es un membrete vacío y hueco; como en tantos cientos y cientos de comunidades que conviven con la cotidiana violencia.
México enfrenta una catástrofe humanitaria sin parangón, un clima de violencia nunca antes visto, pero el gobierno federal no parece entender la dimensión del desastre.
A estas alturas nos preguntamos si son verdaderas esas ‘reuniones de seguridad’ que supuestamente se realizan a las 6 horas. Porque simplemente no existe un solo estado en el que se vea una estrategia real de combate al crimen organizado.
Los hechos en el table dance ‘Caballo blanco’ de Coatzacoalcos, Veracruz evidencian la clara jefatura de la delincuencia. El Estado solamente reacciona y actúa a posteriori. Pero desde Tijuana hasta Playa del Carmen no ha mostrado una verdadera estrategia a priori.
Tal vez si los asesores de la presidencia presentan una tabla comparativa que muestre el número de beneficiados por los programas sociales en comparación con las cifras de las víctimas de la violencia y sus familias, probablemente así puedan dimensionar la magnitud del desastre humanitario.
Pero hasta el momento no hemos visto una verdadera, una auténtica política de seguridad. En Coatzacoalcos el Estado actuó a posteriori y en Tepalcatepec ni siquiera eso.
Solamente vemos estrategias de papel y saliva; conflictos entre corporaciones y niveles de gobierno; despliegues y operativos como un mero espectáculo.
Todo sigue igual, como si Calderón o Peña Nieto siguieran operando la seguridad del país.
Exactamente igual.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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