Durante los años perdidos de Puebla, es decir durante el trienio de Blanca Alcalá Ruiz, la prensa independiente señaló a la alcaldesa como ‘la turista’, por la considerable cantidad de viajes que realizó al extranjero.
Eran salidas que nada tenían que ver con su cargo como presidenta municipal. Aprovechaba un congreso equis para hacer un viaje; sus giras internacionales nada le aportaron a Puebla; nunca trajo una idea sobre urbanismo o seguridad que pudiera aplicar en la Angelópolis.
En realidad eran viajes de placer, gustos personales, pero con cargo a las arcas municipales.
Hoy Claudia Rivera Vivanco sigue fielmente sus pasos: declaraciones banales, desplantes frívolos, irresponsabilidad frente a los grandes problemas de Puebla… y viajes.
Hasta la fecha la alcaldesa Rivera ha realizado cuatro viajes internacionales: Estados Unidos, Bogotá, Viena y ahora Cartagena, Colombia. En ninguno de los viajes referidos ha explicado cuál es el verdadero interés público. En días previos se dijo que firmará un convenio de ‘hermanamiento’ con Cartagena.
La Regidora Marta Ornelas afirmó que el viaje no es un oficial; es decir es un tema personal, que nada tiene que ver con sus funciones públicas.
En la peor crisis de inseguridad y violencia; bajo una ola de homicidios y asaltos; con una crisis por el comercio ambulante que ha provocado el cierre de 350 comercios formales, Rivera Vivanco se toma una semana para viajar a Cartagena, Colombia.
Es la misma frivolidad e irresponsabilidad de Blanquita ‘la turista’, solo que elevada a la siguiente potencia.
El tema no es menor. Puebla enfrenta una acelerada descomposición en todos los ámbitos, en todos los rubros. Por eso los sectores representativos de la ciudad claman por la destitución de Rivera Vivanco.
Bien haría el gobernador Barbosa Huerta en permitir que sea el propio Cabildo quien determine las acciones a seguir. Los regidores pensantes lo han expresado en incontables ocasiones: la destitución de Rivera provocará un escándalo nacional de 48 horas, pero sostenerla en el cargo representará una catástrofe de tres años.
Llegó el momento de actuar, antes de que Puebla se siga hundiendo en un fango de lodo.
Dulcería poblana.
Una bomba a punto de explotar: la venta de niños en el DIF estatal.
La tarde del viernes 23 las declaraciones del gobernador Barbosa Huerta sobre la venta de niños en el DIF estatal se convirtieron en nota destacada en los noticieros radiofónicos de la Ciudad de México. Esa noche Denise Maerker presentó las palabras del ejecutivo poblano.
El lunes 26 durante ‘la mañanera’ el presidente López Obrador fue interrogado al respecto.
La realidad es que el tema es una bomba a punto de explotar.
Aún falta que se explique cuáles serán los cargos penales que la Fiscalía General del Estado (FGE) deberá levantar en contra de los inculpados. Pero sin duda veremos una situación crítica por este tema.
Varias cabezas rodarán y es sano que así sea.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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