En febrero de 2017, desde el Senado de la República, el legislador Miguel Barbosa Huerta tendió los puentes con Andrés Manuel López Obrador. Eran los tiempos en que el poblano rompió con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y se lanzaba del trapecio sin red de protección.
Por su parte los Chuchos y su cofradía respondieron de manera rabiosa. Se realizaron reuniones entre Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez, Silvano Aureoles y Arturo Núñez Jiménez con la intención de linchar a Barbosa.
Empero, nada sucedió, el Senador respondía desde su oficina en el Instituto Belisario Domínguez: ‘Mancera quedó atrapado en una telaraña… por eso apoyaré a Andrés Manuel’.
Las reuniones comenzaron en una casona de la colonia Roma. Ahí en reservado cónclave, en discretas conversaciones Barbosa le ofreció a López Obrador su apoyo y lealtad, pero también le confeso aquel sueño de alcanzar la gubernatura de Puebla.
El tema de Rafael Moreno Valle fue referencia en esas citas; se habló de su influencia omnímoda, absoluta en la clase poblana. De los hábitos que tenía para cooptar estructuras a fuerza de la compra o la amenaza.
El entonces aspirante López Obrador reconoció que en Puebla se libraría una campaña atípica, inusual y que no era desafío menor enfrentar al poder del morenovallismo.
La forma y el arrojo con que Barbosa confrontó al aparato del poder logró que el tabasqueño reconociera la entereza de su lucha. Incluso puede decirse que entre ambos personajes hay una mutua admiración, por la manera en que enfrentaron a los otrora poderosos.
Ya como mandatario federal AMLO manifestó que no vendría a Puebla hasta que concluyera el litigio poselectoral; luego se expresó en contra de la resolución del Tribunal y más tarde ocurrió la caída del Agusta con la álgida ceremonia luctuosa que desató una velada confrontación entre el morenovallismo y el presidente de la República. Más tarde el ejecutivo acompañaría a Pacheco Pulido en varias ocasiones.
Pero luego de los meses más convulsos y tortuosos de la historia de Puebla, el viernes 2 de agosto por primera vez AMLO mostrará su abierto respaldo a Miguel Barbosa Huerta.
El futuro ejecutivo estatal tiene todo para convertirse en uno de los mejores gobernadores en la historia local y sin duda en el preferido del presidente.
El apoyo federal no tardará en manifestarse; desde éste momento podemos adelantar que habrá trato preferencial para Puebla y Barbosa gozará de condiciones excepcionales para colocar a la entidad en una situación privilegiada.
Sin embargo hay un punto que Barbosa jamás debe olvidar. Un buen gobernante debe ser querido y ganarse el afecto del pueblo; ésta tarea solo se logra con el trato humilde, accesible, sencillo y cercano a la gente.
El Doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara es el ejemplo de un gobernante querido por su pueblo, gracias a su sencillez. Melquiades Morales Flores trató de seguir sus pasos y lo logró de manera parcial.
Hoy Barbosa tiene el reto de convertirse en un gobernador del pueblo y eso solo se logra mirando a la gente a los ojos. Para bien de Puebla ojalá lo logre.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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