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Ayer lunes 15 de julio se hicieron dos declaraciones que representan noticias aciagas, funestas para dos reconocidos morenovallistas.

En primer término, la Secretaría de la Contraloría anunció la cancelación de 29 espectaculares.
También determinó la formal objeción a 13 dictámenes de impacto ambiental otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial para otras tantas estructuras.

En Puebla todos saben que durante ocho años un morenovallista fue el gran beneficiario del negocio de los espectaculares. Le permitieron que fuera el zar de ese rubro.

Pero el tema no se detiene ahí. En otro acto público el actual Secretario General de Gobierno y futuro Secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto, señaló que la investigación sobre el espionaje continúa a cargo de la Fiscalía General del Estado (FGE). La declaración de ninguna manera debe caer en las notas al margen o traspapelarse en las redacciones de los diarios.

Lo que Manzanilla quiere decir es que para la persecución de Eukid Castañón Herrera se recurrirá a toda la fuerza del Estado; que no han olvidado aquella etapa y que utilizarán todos los elementos jurídicos y tecnológicos para perseguir a los operadores de aquel aparato de espionaje que tantas evidencias dejaron regadas.

Precisamente uno de los elementos que generaron un estrecho acercamiento entre Barbosa Huerta y Manzanilla fue el tema del espionaje. Cuando el morenista era Senador, ambos sostuvieron largas reuniones que desembocaron en una rueda de prensa ofrecida en el recinto legislativo donde señalaron el aparato de espionaje manejado por Eukid Castañón y que llegó al punto de grabar al mismo Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.

Aquella rueda de prensa ocurrió en 2017. Luego vendría la precampaña; la contienda; la jornada; el conflicto poselectoral; la resolución del Tribunal; la caída del Agusta A109; la crispada ceremonia luctuosa; la elección de un gobernador interino; un nuevo proceso interno en Morena; la segunda unción de Barbosa; la acalorada contienda electoral y finalmente la instauración de una nueva etapa para Puebla.

Pero aquel primer aviso ocurrió hace casi dos años; el lunes 28 de agosto de 2017, Barbosa Huerta, en compañía de Rodolfo Raúl González Vázquez, Anwar Salomón Briseño y Fernando Manzanilla, expusieron la denuncia presentada ante la PGR en contra de Rafael Moreno Valle, Eukid Castañón Herrera y Roberto Rodríguez Acosta por acciones de espionaje y amenazas.

A dos años de aquella rueda de prensa, hoy más que nunca las pruebas, evidencias y testimonios pueden desembocar en un proceso penal de consecuencias devastadoras para los morenovallistas.

Está claro que tanto Barbosa como Manzanilla utilizarán los recursos a su alcance para que finalmente se haga justicia frente a una de las grotescas aberraciones del pasado reciente.

Hoy existen todos los elementos necesarios para llevar a formal proceso a los responsables de aquella red de espionaje. La declaración de Fernando así lo anticipa.

Pero debe subrayarse que Puebla no espera venganzas; ésta no es una entidad de salvajes sedientos de revanchismo. Aquí el punto medular estriba en que el Secretario de Gobernación ofrezca a la opinión pública los elementos jurídicos para mostrar que realmente se está realizando un acto de estricta legalidad.

Lo que se espera es que se aplique la ley a aquellos que de manera prepotente y atrabiliaria ejercieron el poder. Desde quienes hicieron verdaderas fortunas acaparando espectaculares, hasta quienes se sentían espías de primer mundo.

Lo deseable es que esto no se convierta en una carnicería llena de visceral venganza, pero si en un proceso de justicia y legalidad.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com

Buzón de Cúpula.

“Estimado Javier, mucho gusto mi nombre es Santiago Morett, todos los días leo su columna.
Respecto a su columna de hoy «Caso Urzúa: la eterna discrepancia entre la tecnocracia y la política» tengo una pregunta que hacerle, mirando lo que pasa en Sudamérica en especial con Chile, Brasil y Argentina donde la derecha gano democraticamente y otros países como Paraguay, Colombia y Perú, Usted considera que América Latina esta viviendo un patrón repetitivo en el que gobiernos de derecha asumen el poder después de que los votantes le dieron el beneficio a un gobierno de izquierda?

De cierta forma considera que los votantes se decepcionaron de esta política de «fuego» que Usted menciona y por ello votaron de castigo?

Siguiendo ese patrón de Sudamérica cree Usted que en México, AMLO logre imponerse en las elecciones en 2024, considerando que el no este en la boleta pero si alguien que lo represente en sus ideas o cree que la derecha en México podrá consolidarse e imponerse con un discurso mas conservador como el de Bolsonaro?

De antemano le agradezco la atención al presente.

Si esta en sus posibilidades que me pueda brindar una respuesta, le sería muy agradecido porque considero que tiene una gran opinión.
Santiago Morett Hernández”.

Respuesta de Cúpula.

Estimado señor Morett, agradezco su amable correo y el favor de su lectura.

En primer lugar debo decirle que la tradición política mexicana en poco se asemeja a la latinoamericana. Nuestra historia política es tan peculiar como nuestra cocina. Cuando el Cono Sur sufría el flagelo de las dictaduras militares, en México los generales sólo sabían decir: ‘A sus órdenes señor presidente’. Tal y como ahora.

Sobre el punto de una posible alternancia debo decirle que desde 1988 la sociedad mexicana busca desesperadamente un golpe de timón. Pero fue hasta ahora que ese cambio se concretó.
Ante éste giro de trascendencia histórica es muy penoso ver el lastimoso espectáculo de pequeños tecnócratas discutiendo por diferencias personales.

Como lo apuntamos en la entrega anterior el futuro de la izquierda mexicana dependerá,  completamente, de la política de Seguridad.

Al pueblo mexicano poco le importa Santa Lucía (un elevado porcentaje de la población jamás ha viajado en avión), Dos Bocas o el Tren Maya.

El clamor, el grito incontenible es por seguridad en las calles, en las carreteras, en las unidades de transporte público, en la Sierra guerrerense o en los condominios de Zapopan.

El eje central de la sobrevivencia política está en la Seguridad Pública. Calderón no lo entendió, por eso su partido terminó en tercer lugar en la elección de 2012 y el PRI de Peña sufrió el mismo descalabro en 2018.

Si López Obrador fracasa en su promesa de ‘serenar’ al país, sin duda Morena perderá en 2024. No importa que tan bello quede su aeropuerto o su refinería.

De momento no veo a un Bolsonaro en el escenario político mexicano. Pero si apareciera uno, prometiendo con tonos fascistas propios de Franco o Mussolini, acabar con esta guerra, no tengo la menor duda de que los mexicanos voltearían a verlo.

El pueblo busca desesperadamente la figura que apague los fuegos que están consumiendo a la nación. Busca la mano firme que pueda enfrentar a la delincuencia, sea de la ideología que sea.

Señor Morett reciba un abrazo.


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