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En horas recientes se dio a conocer la licitación nacional que publica el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco (CRV). Se pretenden adquirir 85 patrullas para la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal. Serán 50 vehículos sedán, tipo Jetta, además de 35 camionetas tipo Pick Up y 3 vehículos para 15 pasajeros, tipo Urvan.

Luego de la adquisición es obvio que Rivera estacionará los vehículos frente al Charlie Hall y conociendo su protagonismo y frivolidad, lo más probable es que ella misma se suba conducir una patrulla y con sirena abierta recorra algunas avenidas de la Angelópolis.

Con esto presentará el relanzamiento de su ‘estrategia de seguridad’. En realidad nunca ha tenido estrategia, ni la tendrá; sus jefes policiacos María de Lourdes Rosales Martínez y José Tlachi Meneses son dos burócratas que nunca han entregado resultados, ni lo harán.

Pero sobre todo la adquisición de 85 patrullas, entre sedanes y pick up’s demuestra que la señora Rivera Vivanco no acaba de entender la naturaleza de la ola delictiva que azota a Puebla.

Estamos ante una ciudad con avenidas saturadas, donde el tráfico pausado es la constante. En caso de un asalto en pleno centro, en la Avenida Juárez o en la zona de la Capu, los sedanes tardarán varios minutos en llegar, cuando los delincuentes ya se hayan retirado tranquilamente.

Para una ciudad con las características urbanas y el tráfico lo ideal para patrullaje y vigilancia son motocicletas.

Son vehículos que pueden desplazarse rápidamente entre un congestionamiento vial; pueden transitar en sentido contrario si la urgencia lo amerita, pueden dar la vuelta en U en uno, dos, tres segundos; tienen amplia movilidad en calles del centro o avenidas.

En caso de lluvia la motocicleta está en desventaja, pero en esas horas pueden colocarse en puntos estratégicos: alguna esquina determinada, la entrada de un estacionamiento o instituciones educativas.

Además la visión que tiene el motociclista es más amplia que la del automovilista. El conductor de una moto debe tener más atención y observación de los detalles, porque la conducción lo obliga a una mayor concentración. El motociclista no se distrae con el tablero del vehículo o con el celular.

Al margen de estas características de desplazamiento, el costo es mucho menor. Con lo que cuesta un Jetta se pueden adquirir tres motocicletas Yamaha doble propósito. Así en lugar de tener 50 sedanes tendría 150 motos recorriendo las calles de la ciudad de Puebla. Ninguna urbe del interior de la república tiene un aparato policiaco de ese tamaño.

Pero a la señora le gusta la frivolidad, el show, el espectáculo, la pose. Quiere sus patrullas, no para resolver la ola delictiva que flagela a la Angelópolis, sino para tomarse la fotografía al volante de una.

La licitación nacional publicada por el Ayuntamiento de Claudia Rivera solo servirá para tener en alguna instalación policiaca las 85 patrullas, 50 sedanes y 35 camionetas Pick Up, pero de ninguna manera se resolverá la problemática de la inseguridad y violencia.

La señora no entiende la naturaleza del problema. Los vehículos por si solos nunca resolverán la crisis delictiva. Primero necesita cambiar a sus funestos mandos policiacos y luego entender las características de la ciudad.

Mientras tanto seguirá haciendo shows.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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