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En ocasiones la efervescencia política llega a tal punto que se vuelve un estado desbordado de conmoción.

Surgen las pujas, las animadversiones, las maledicencias, el encono y finalmente el odio. Y se pierde de vista que esto es política, no es algo personal.

En horas recientes se ha informado de la formal reunión de Tony Gali Fayad con Enrique Agüera Ibáñez, una cita que sólo nos habla de urbanidad política y de la intención de afianzar la gobernanza morenovallista.

No existe motivo para que no se de esa reunión.

Gali es un político profesional y Agüera un aspirante que comprendió que las circunstancias y las condiciones en esta ocasión no le favorecieron.

Tony será el segundo hombre más poderoso del sexenio y Agüera tendrá derecho de picaporte en el Charlie Hall.

No tiene porque ser de otra manera.

La guerra, en todos los colores y matices en que se dio, fue estrictamente política. Nada más.

El único que no encuentra la hebra es el Delegado del CEN del PRI Fernando Moreno Peña quien sufre de una aguda paranoia política que lo ha trastornado.

Ve enemigos y traidores por todos lados, los señala de estar debajo del escritorio, escondidos detrás de las puertas; acusa a diestra y siniestra, un día a unos, otro día a aquellos.

Moreno Peña quiere ver para todos lados, menos para el edificio donde despacha.

Trastornado y perturbado el paranoico Moreno Peña ya no encuentra a quien culpar de su propia ineptitud.

A Colima ya no puede regresar por una real persecución criminal.

Y en Puebla sufre de terribles delirios de persecución.

Pobre delegado.

 

Paco Fraile: el funcionario cabal e íntegro.

 

Hace unos días, con la discreción que siempre le ha caracterizado, Francisco Fraile García entregó la oficina de la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Durante el paso de Paco Fraile por esa dependencia nuevamente ratificó lo que sabemos de él, que es un hombre congruente y político sensible.

Como funcionario federal Paco se desempeñó como un funcionario cabal e íntegro.

De ninguna manera puede señalarse a Fraile por las deficiencias que a nivel nacional presenta el otrora impecable instituto.

El IMSS sufre una grave crisis, pero no es un asunto local, sino nacional.

El desabasto de medicamentos, de material quirúrgico, de los más elementales artículos de limpieza no fueron responsabilidad de Fraile. Es parte de una crisis nacional en la que está sumergida la institución del “águila-madre”.

El ex delegado cumplió su labor con creces.  Fue un funcionario atingente, atento y sensible a las necesidades de los derechohabientes.

Sindicato, trabajadores, médicos, enfermeras y sobre todo pacientes lo reconocen ampliamente.

Fraile sale por la puerta grande y con el respeto de una institución que es sobradamente complicada.

Enhorabuena Paco.

Como siempre estamos a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.


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