Como en ningún otro espacio en ésta Cúpula hemos subrayado que Alejandro Armenta Mier solo representa el proyecto transexenal de Ricardo Monreal Ávila; apuntamos que el zacatecano desde éste momento se prepara para desafiar a López Obrador en el proceso interno de 2024.
El líder del Senado sabe que antes que él hay otros protagonistas que tienen el verdadero respaldo de AMLO. Ahí están Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Martí Batres.
Por la amarga experiencia en la carrera por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Monreal sabe que cualquier ‘encuesta’ lo puede descarrilar de la puja presidencial. Por eso, desde ahora prepara un bloque de senadores y gobernadores que serán la plataforma con la que confrontará a su amigo Andrés Manuel.
En esa estrategia se inscribe Alejandro Armenta Mier; todo el espectáculo que vimos en meses recientes solo fue la línea de Monreal para llegar a la gubernatura de Puebla. Pero ambos fracasaron.
Ahora a través de su cuenta de twitter el político de Acatzingo expresa un acto de contrición y arrepentimiento.
Pero en este momento cobra una especial relevancia la máxima de ‘el que perdona pierde’.
Si los falsos tuits de Armenta logran que el Comité Ejecutivo Nacional de Morena recule, se habrán de arrepentir durante los próximos años. Si hoy la imagen de un político arrepentido y postrado le dan a Yeidckol y a Barbosa un efímero momento de victoria estarán cometiendo un craso error.
La adhesión de Alejandro es completamente falsa. Nuevamente obedece a la línea que le dictan desde la oficina de Monreal. Ante la inminente expulsión del Partido, Armenta ahora saca la bandera blanca y no tardará en presentarse en un acto público para abrazar a Barbosa y levantarle la mano.
Pero si esa escena logra apaciguar los ánimos de la dirigencia de Morena estarán cayendo en un engaño. Durante unas semanas el legislador federal navegará con bandera pacifista, pero por debajo de la mesa no dejará de instigar y urdir lo necesario para golpear a sus enemigos que son Miguel Barbosa y Fernando Manzanilla.
Lo cierto es que su visceralidad lo derrota. Para Edgar Moranchel fue muy fácil contactarlo, citarlo, provocarlo y grabarlo. Prácticamente fue un juego de niños. Alejandro Armenta no puede contener la fobia, la aversión que siente contra Barbosa y Manzanilla. A la menor provocación se desbocó y todo quedó grabado.
Hoy doblado y sometido por sus propias palabras busca el acercamiento al que siempre se negó.
La realidad es que solo trata de evitar la expulsión de Morena, que está a un paso. Por su parte Ricardo Monreal sabe que es preferible tener a su lado a un soldado herido que caído. Aunque se encuentre lesionado puede seguir urdiendo y fraguando la desestabilización de sus contrincantes. Pero una vez expulsado poco o nada podrá hacer.
En este momento la pregunta central, medular es: ¿Yeidckol y Barbosa perdonarán a Alejandro?
Si lo hacen se van a arrepentir en los próximos años; porque ‘el que perdona pierde’.
Al tiempo.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com
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