Seleccionar página

La presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco concedió una entrevista al portal e-consulta en la que afirmó que no teme a un ‘Cabildazo’. La declaración de la funcionaria refleja que aún no se percata de su frágil y endeble situación. Realmente considera que ese escenario es improbable, incluso imposible.

Nuevamente demuestra que su percepción está fuera de la realidad. En este momento es un hecho que su destitución ya se estudia con todo el rigor jurídico necesario. La intención concertada y premeditada de un grupo de regidores del Ayuntamiento de Puebla es un hecho real. Repetimos, es un tema que ya se estudia con rigor político y jurídico.

Nunca antes en la historia de la Puebla contemporánea se habían conjuntado todos, absolutamente todos los factores para que un Cabildo remueva a la persona que ocupa la primera regiduría.

Los grandes sectores sociales consideran que en los breves meses de ésta gestión todos los problemas de la Angelópolis se han agudizado: corrupción, inseguridad, delincuencia, ambulantaje. El clamor, el mandato social exige un cambio inmediato.

Aunado a la inocultable incapacidad administrativa, la alcaldesa ha cometido toda una serie de yerros políticos. El primero fue aliarse en una componenda bajo la mesa con el morenovallismo; esto le valió el público repudio de la dirigente nacional de Morena, quien en más de una ocasión la aludió de forma despectiva.

Una vez con el puente tendido con el panismo de Moreno Valle, Claudia se olvidó de sus grandes aliados, como lo fue Miguel Barbosa Huerta.

Pero no solo eso, sino que incluso agregó una segunda deslealtad: se fue a acariciar la rodilla de Alejandro Armenta a quien le ofreció su ‘apoyo’ rumbo a la gubernatura.

Es evidente, contundente que Rivera Vivanco no tiene valores, ni principios morales, ni políticos. Traiciona con toda facilidad; a la primera oportunidad olvida lealtades y cambia de rumbo. Esto nos habla de una persona profundamente deshonesta.

Como en tantos temas de la vida de Puebla solo DIARIO CAMBIO ha documentado, exhibido el hábito de Claudia para mentir. En el tema de la inseguridad, en los asuntos del ambulantaje, en su viaje a Austria, para todas sus excusas públicas la señora miente de manera obsesiva, compulsiva, irrefrenable.

Su costumbre y rutina de mentir también nos hablan de un problema mayor. La funcionaria es una mitómana. Miente aun en temas simples y banales.

Rivera nunca estuvo ni psicológica, ni moral, ni políticamente preparada para llegar a la alcaldía de una ciudad como Puebla.

Su destitución, el referido ‘Cabildazo’ ya se estudia y la posibilidad real de que sea removida es un tema que debe unir a los poblanos.

Dulcería poblana.

La caída de Alejandro Armenta allana el escenario rumbo a una elección apacible.

El otrora aspirante a la candidatura de Morena hizo mutis, nadie sabe dónde está, ni qué estará haciendo. Simplemente se esfumó.

Nosotros creemos que tal vez está estudiando la posibilidad de recurrir el Tribunal Electoral, pero lo único que logrará será prolongar su agonía y cerrarse aún más las puertas del partido lopezobradorista.

Armenta debe entender una realidad sustancial: éste no es su momento. Solo tiene que aceptarlo y seguir las tres reglas de la política: sumar, sumarse o sumirse.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


TAGS