Cúpula / Los retos del futuro gobernador.
La unción en Morena no está exenta de polémicas y versiones aún inexplicables.
Luego del formal anuncio partidista Alejandro Armenta se mostró mesurado, tranquilo; lejos de aquel proceder arrebatado. Se trata de la serenidad que da el triunfo.
En unos meses tomará la gubernatura de Puebla. La elección constitucional solo representa un mero trámite burocrático; una contienda de cajón para una fuerza hegemónica.
La alianza PRI, PAN, PRD no está en condiciones de detener a la aplanadora que es Morena en este momento.
¿Cómo será el sexenio de Alejandro Armenta?
Aún no lo sabemos.
En reuniones privadas varios de sus incondicionales aseguran que cobrarán agravios.
Más de uno está sediento de ello.
Afirman que no van a perdonar a sus adversarios y adelantan una bacanal de venganzas.
Empero para una perspectiva periodística es medular trazar a grandes rasgos los retos que enfrentará la administración de Armenta.
Sin duda la primera tarea que se debe atender es el tema de la inseguridad en la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP).
El tema no es nuevo; de manera especial se desbordó en 2011 cuando comenzaron a operar bandas de robos a casa habitación, de vehículos y autopartes.
Por todo el municipio de Puebla se reportó un incremento en esos delitos.
De entonces a la fecha la problemática se agudizó.
Las masacres de las últimas semanas así lo ratifican.
La solución no es lavarse las manos y declarar que son delitos del fuero federal y que por tanto corresponden a otro nivel de gobierno.
Si la administración de Armenta busca trascender, llegar a donde no lo hicieron otros periodos, debe sentar a la mesa a los presidentes municipales de la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP), para trazar una estrategia integral.
Todos comparten la misma problemática y no existe coordinación alguna.
El colmo son los asaltantes que operan en la recta a Cholula lanzando piedras a los automovilistas.
Algo que nunca se había visto.
Se puede recorrer todo el tramo de ida y vuelta sin encontrar una patrulla.
Es un ejemplo de la falta de estrategia entre municipios.
Tema aparte son los hechos de extrema violencia.
Es cierto que todo el país está sumergido en una vorágine de criminalidad sin precedente.
Sin embargo, todo se debe a factores políticos.
En algunas entidades vemos gobernadores que son auténticas comparsas de la delincuencia organizada.
No los tocan, pero ni por equivocación.
Ahí está Guerrero donde los hermanos Hurtado Olascoaga de la ‘Familia Michoacana’ abiertamente se exhiben en videos hablando de las masacres que perpetran ante un gobierno que simula no enterarse.
En Puebla capital el próximo gobernador deberá enfrentar a los grupos organizados que están consumando las masacres y que no se detendrán, al contrario.
En días recientes el diario Reforma en una amplia nota afirmó que la entidad es arena de una pugna entre Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Zetas Sangre Nueva, Los Bukanas, Los Sinaloa y una treintena de bandas locales.
De ahí la violencia que estamos presenciando.
Los tiempos de transición política son utilizados por las bandas delictivas para expandirse. Aprovechan que el gobierno saliente aún no se va y el entrante todavía no llega.
En ese puente los criminales reforzarán su presencia.
Hasta el momento Armenta no ha externado su postura sobre el área de Seguridad Pública; tampoco se sabe quiénes integrarán su equipo.
Todo indica que Jesús Morales Rodríguez será el próximo Secretario del rubro.
En alguna ocasión ya lo vimos en esas funciones.
Esperemos.
cupula99@yahoo.com
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