¡Por favor! Como si no los conociéramos.
Puebla y México ya saben quiénes son.
Leer los títulos de los artículos que escriben los antorchistas Eleusis Córdova Morán y Juan Manuel Celis Aguirre quien escribe “Barbosa y el crimen que crece” es verdaderamente hilarante y jocoso. Un antorchista hablando de “crimen”, cuando ellos son los principales generadores de violencia en las ciudades del Estado de México donde utilizan al transporte público como grupo de choque y desatan enfrentamientos para apropiarse de rutas y zonas urbanas.
Los antorchistas son los maestros del chantaje político y la extorsión; grandes expertos del enriquecimiento a costa del lucrar con los sectores más humildes.
En sus momentos de gloria durante el periodo morenovallista fueron unos cínicos arrogantes, pero ahora que el régimen de López Obrador congeló sus cuentas bancarias y los tiene señalados como “la Antorcha Mundial”, solamente les queda escribir artículos que nadie cree y nadie hace caso.
En todo el centro del país están detenidos los intentos expansionistas de Antorcha, precisamente porque los ciudadanos ya no les creen, ya no asisten a sus convocatorias, saben que son una plaga nociva a todas las ciudades que llegan.
Poco a poco la llamarada chantajista se va apagando.
Chunga de Julieta Vences y Carlos Evangelista con “Lord Molécula”.
Dice el diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra chunga: “De mal aspecto, en mal estado, de mala calidad”. Eso fue el espectáculo cómico que organizaron Julieta Vences Valencia y Carlos Evangelista al presentar a “Lord Molécula” -una caricatura nacional-, como “experto” en la Reforma Eléctrica.
Para un tema tan profundo, delicado y con serias implicaciones internacionales bien podrían invitar a académicos de la UNAM, a la Secretaría federal de Economía Tatiana Clouthier, a algún Subsecretario de su equipo.
Pero traer a un comediante fue verdaderamente una chunga.
Obviamente todo estuvo al nivel de los “organizadores”.
Accidente en Amozoc: una reflexión para cancelar concesiones.
La imagen del accidente ocurrido en Amozoc es contundente. Un vehículo familiar circula con normalidad cuando un autobús urbano vira y lo embiste de manera frontal. La fatídica colisión dejó a dos personas sin vida, una pequeña en estado crítico, mientras que el chofer responsable huyó.
Este tipo de accidentes son un llamado a reflexionar sobre la necesidad de cancelar las concesiones de transporte público que se vean involucradas en homicidios culposos.
Cuando un peritaje de la fiscalía -no de una autoridad municipal que se corrompa-, determine la responsabilidad del vehículo de transporte público, la concesión debe ser cancelada de manera definitiva.
En los hechos de Amozoc el dueño de esa concesión hará lo posible por simular que indemniza a la familia; pero solo dará vueltas y vueltas para evitar su responsabilidad; para estas alturas ya le dijo a su chofer “pélate una temporada y en tres meses regresas”.
Hasta que haya sanciones como cancelar de manera definitiva esas concesiones, entonces los propietarios van a obligar a sus choferes a ser prudentes.
El suicidio de Rocío y una sociedad infestada de “cristal”.
Se llamaba Rocío, tenía 28 años de edad. Era madre soltera, tenía dos pequeños de 12 y 8 años. Para mantenerlos trabajaba en una maquiladora de Tehuacán.
Hace más de un año unos compañeros de trabajo le ofrecieron la droga conocida como “cristal”; le dijeron que era para aguantar las extenuantes jornadas laborales.
Versiones ciudadanas apuntan que los narcomenudistas han encontrado en las maquiladoras de la región de Tehuacán nuevos puntos de distribución.
Rápidamente Rocío se hizo adicta, sin embargo, por sus hijos trató de pelear contra el consumo del enervante y acudía a un grupo de “Cuarto y Quinto Paso”, una versión abreviada del método de Alcohólicos Anónimos.
La noche del viernes 11 de marzo Rocío tuvo una fuerte discusión con su madre y tomó una fatal decisión.
Al día siguiente la encontraron colgada en su domicilio de la colonia Santa Cecilia.
Sus pequeños hijos estaban en el inmueble.
En Tehuacán el tema de los suicidios es un grave problema de salud pública.
Se están reportando numerosos casos; en lo que va del año 9 personas han atentado contra su vida.
Como sucede frecuentemente las familias aseguran desconocer las causas.
Pero en el caso de Rocío su madre no tiene dudas y afirma que el consumo del enervante causó una grave descomposición en su salud mental.
Esa es otra crisis de Tehuacán; un caudal de drogas está circulando sin distinción de edades o clases sociales.
Mientras tanto el edil Pedro Tepole como en tantos y tantos temas no entiende, ni sabe qué hacer.
Y tampoco le interesa.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
cupula99@yahoo.com
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