El asunto amerita una investigación que debe llegar a fondo. Tienen que intervenir el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para ir a una profunda revisión jurídica.
Y es que todas las evidencias arrojan que Genoveva Huerta Villegas falsificó documentos para adjudicarse a si misma una diputación federal que correspondería a grupos indígenas.
El proceder fraudulento de Genoveva ya llamó la atención de medios nacionales como el diario ‘Reforma’.
Para adjudicarse una diputación reservada a un perfil indígena, Huerta Villegas presentó un documento del Comité de Vigilancia de Bienes Comunales de Zapotitlán Salinas (el mismo lugar donde se filmó la película La Ley de Herodes), pero más adelante ofreció una carta de vecindad de San Pablo Xochimehuacán.
Se debe señalar que el único político estatal nacido en Zapotitlán Salinas es Cirilo Salas, quien es muy reservado, pero su testimonio podría confirmar que Genoveva jamás radicó en ese municipio.
Estamos ante un auténtico fraude electoral.
El comité estatal de Augusta Díaz de Rivera y la Comisión de Justicia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), deberían pedir una investigación a fondo sobre esa grotesca usurpación, propia de un personaje del viejo PRI.
En un auténtico sistema democrático Genoveva debería ser sancionada por el PAN; se le debería retirar la curul en San Lázaro y dejarla acéfala por lo que resta de la legislatura.
Pero hasta el momento la investigación se encuentra detenida.
Todo indica que Marko Cortés es la mano que está conteniendo el desastre. Por oscuras y turbias razones el dirigente nacional siempre ha protegido a Genoveva hasta estos niveles de ignominia.
Pero queda constancia del verdadero rostro de Huerta; la misma sobre quien pesan sospechosas entregas de candidaturas y quien pedía “segunda vuelta” para la dirigencia del PAN.
La señora es capaz de falsificar documentos para hacerse pasar como “mujer indígena”.
Dulcería poblana
Deseos para ‘Hipócrita Lector’, el nuevo proyecto de MAM.
La semana pasada tuve el gusto de coincidir con el columnista Mario Alberto Mejía en una oficina pública. Hacía varios años que no conversábamos. Fueron unos breves minutos, pero volví a ver esa mirada que prácticamente no parpadea, siempre analítico, siempre escudriñando y ahora revitalizado por su nuevo proyecto ‘Hipócrita Lector’.
Le externé que me parece un magnífico medio con diseños editorial y web de primer nivel. El color arena que utilizan de fondo hace la lectura más relajada y reposada. No cansa la vista como el tradicional fondo blanco.
El contenido, por supuesto, tan agudo como polémico que desde siempre caracteriza el trabajo de Mario Alberto.
Alrededor de 1999, a inicios del sexenio de Melquiades Morales, el periodista Mejía me dio la oportunidad de escribir en Intolerancia, más adelante nos cobijó en Diario Cambio, El Columnista y el portal web La Quintacolumna.
En esta pluma siempre habrá una especial gratitud para Mario Alberto Mejía, a quien le deseamos un gran éxito, que sabemos tendrá y auguramos una larga vida para ‘Hipócrita Lector’.
Pedro Tepole otra vez levanta la indignación social.
El año de 1659, el gobierno de la Nueva España atravesaba por una crisis económica, por lo que puso a la venta “Títulos de Ciudad”; así una pequeña población podía comprar el referido nombramiento avalado por el Virrey Antonio Sebastián de Toledo Molina y Salazar.
150 años antes de la gesta del Cura Hidalgo, los naturales de Tehuacán compraron el título de “Ciudad de Indios”, que en teoría les permitía igualdad de condiciones que los españoles y los criollos.
El referido título fue entregado el 16 de marzo de 1660, fecha en que la población de Tehuacán fue elevada a la categoría de ciudad.
En la actualidad con ese motivo, que representa el principal festejo de Tehuacán, se llevan a cabo algunos eventos.
En años recientes se han realizado festivales culturales y presentaciones musicales; algunos eventos atinados y otros desafortunados, pero siempre se celebró, hasta que llegó el desgobierno de Pedro Tepole Hernández.
En horas recientes el Ayuntamiento de Tehuacán comunicó que se cancela el festival de la ciudad por “la veda electoral” que impone la consulta de Revocación de Mandato. Lo cual es un mero pretexto.
La veda impide la difusión de actividades gubernamentales, pero en este caso de trata de un evento cultural y de dimensión histórica.
Lamentablemente el edil poco sabe de cultura.
En Tepanco de López, la Policía Estatal evita linchamiento.
La junta auxiliar de San Bartolo Teontepec pertenece al municipio de Tepanco de López. La noche del sábado 19, una turba enardecida detuvo a un ladrón. Las autoridades locales lograron llevarlo a la presidencia auxiliar, pero el pueblo estaba dispuesto a lincharlo.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal desplegó 15 patrullas y cerca de 40 uniformados que en un operativo coordinado de menos de tres minutos logró sacar al detenido para evitar un ajusticiamiento social, que siempre son sanguinarios y escandalosos.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
cupula99@yahoo.com
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