El robo de cinco vehículos en el restaurante Divará, ubicado en el centro de San Pedro Cholula, es la prueba mayúscula de la falta de coordinación entre las corporaciones policiacas de la zona metropolitana.
Una auténtica estrategia de seguridad debe obligar a los ayuntamientos a coordinar sus fuerzas policiacas. De otra forma solo están haciendo un ejercicio de simulación. Como ahora ocurre en San Pedro.
Los delincuentes que actuaron en Divará conocían varios puntos.
Primero que la policía municipal de San Pedro Cholula iba a llegar media hora después; tiempo suficiente para guardar los vehículos en alguna bodega o taller, donde ya los están remarcando o desmantelando. Los hampones conocían el tiempo de respuesta de la corporación. De ninguna forma se debe descartar que los delincuentes tengan contacto con la policía.
En segundo lugar, sabían que luego del robo tardarían horas en coordinar un operativo de búsqueda en municipios aledaños.
La falta de coordinación policiaca derivó en un robo que se perpetró con absoluta facilidad. Tomaron las llaves o los sensores de los vehículos y se los llevaron. No hubo violencia, disparos, ni amagaron a los propietarios.
Fue una exhibición de impunidad.
Lo hicieron, porque en la zona metropolitana se pueden hacer ese tipo de robos.
Y lo mismo aplica para un secuestro o un “levantón”. Puede pasar horas del momento del delito, hasta que se coordinen las fuerzas policiacas de los municipios de Puebla, San Pedro, San Andrés Cholula, Coronango o Cuautlancingo.
El robo de vehículos en Divará debe ser un llamado a la coordinación policiaca en la zona metropolitana.
Ojalá lo tomen en cuenta.
Dulcería poblana.
Gobernadores de Morena fustigados por el crimen.
El país muestra un alarmante inicio de año. El miércoles 5 de enero el Cártel Jalisco Nueva Generación dejó una lona con amenazas contra el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco; el jueves 6 el mismo CJNG dejó una camioneta con diez cuerpos frente al palacio de Zacatecas que ocupa el gobernador David Monreal y el viernes 7 arrojaron nueve cuerpos torturados en una carretera de Veracruz. Los desafíos de la delincuencia organizada se están recrudeciendo.
En Puebla no vemos esas escenas.
Empero se debe subrayar que en Puebla no vemos esas escenas de violencia extrema o abiertos desafíos a la autoridad local. Y esto tiene una razón; aún en medio de la crisis nacional, en Puebla se sigue manteniendo a los capos y criminales a raya. “El Toñín” se dice “perseguido” y “El Bukanas” buscó refugio en la zona de Acultzingo, Veracruz. Pero ambos saben que en Puebla no pueden hacer lo que quieran. En la entidad -con altas o bajas-, hay un combate frontal al crimen organizado.
Inocultable el rompimiento de Monreal con AMLO.
La mañana del domingo 9 de enero dos entrevistas al senador Ricardo Monreal Ávila desataron un pandemónium dentro de Morena. En ‘Proceso’ el controvertido legislador acusó que el presidente López Obrador “lo minimiza”; en tan que en ‘Reforma’ señaló que los radicales de Morena “acabarán con el país”. A éstas alturas es inocultable el rompimiento entre Monreal y AMLO. La relación tanto institucional como personal se ha pulverizado al nivel que vemos en las declaraciones.
En este escenario ¿cuál es el futuro de los monrealistas?
En este escenario la pregunta obligada es: ¿Cuál es el futuro de aquellos alfiles del zacatecano en todo el país? Es claro que su grupo se convertirá en el bloque incómodo para el presidente López Obrador. En Puebla el primer monrealista es Alejandro Armenta Mier, quien evidentemente queda atrapado en medio del fuego cruzado que seguirá escalando conforme se acerque el 2024. Ricardo Monreal ya quemó sus naves y conforme se acerque la sucesión habrá de recrudecer su postura.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
cupula99@yahoo.com
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