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Se llama Inés Parra Juárez, en 2018 fue postulada por Morena como candidata a diputada federal por el distrito de Ajalpan y en 2021 logró la reelección.

Como sucedió con la gran mayoría de los abanderados de ese partido, solamente la ola lopezobradorista la llevó al triunfo por segunda ocasión.

Pero desde la campaña de 2018 Inés declaró que ella no iba a gestionar, que solamente iba a legislar. Es decir, que de ella nadie esperara trabajo alguno para bajar programas sociales o cualquier tipo de apoyo.

Y esa expresión la hizo en un distrito que tiene a varios de los municipios más pobres del estado.

El periodo de Inés Parra transcurrió frente al reproche de los pobladores de la región de Ajalpan quienes siempre acusaron su falta de trabajo. Fue una diputada completamente distanciada de la base social.

Pero dentro de la estrategia de Mario Delgado, Parra fue considerada como una pieza para la reelección. Y como en todo el distrito de Ajalpan el PRI quedó neutralizado por la ola de Morena, el triunfo la favoreció.

El segundo periodo de Inés Parra Juárez sería exactamente igual de inocuo que el primero si no fuera porque ahora surgió un conflicto poselectoral en el municipio de Coyomeapan.

En Cúpula en varias ocasiones hemos descrito la realidad del cacicazgo de los hermanos Celestino Rosas.

Pero resulta que hasta ahora Inés Parra se entera de la inconformidad social y desde hace unas semanas la legisladora tomó esa bandera.

La realidad es que la problemática de Coyomeapan poco le importa a Inés Parra.

Lo que verdaderamente le interesa es utilizar un conflicto poselectoral para desatar un golpeteo contra el gobernador Barbosa Huerta.

Ahora está haciendo un “Reality Show”, un espectáculo en San Lázaro, cuando durante los pasados tres años jamás tuvo una causa que enarbolar.

El pueblo de Coyomeapan debe reconsiderar la presencia de Parra Juárez y preguntar si realmente está identificada con su inconformidad o tan solo los está utilizando para lanzar denuestos contra el gobernador.

La diputada no está buscando un ánimo de conciliación; lo que le interesa es echarle gasolina al fuego. Le encantaría ver un choque social para llevar más argumentos distorsionados a San Lázaro.

Los activistas y líderes de Coyomeapan deber ver la realidad: Inés Parra nunca estuvo con ustedes. Ahora los está utilizando para su golpeteo personal.

Parra nació en un modesto hogar indígena de Ajalpan, pero como legisladora no ha llevado un kilo de frijol a un hogar de Coyomeapan.

Siempre ha sido ajena a las causas de los pueblos originarios.

Pero eso sí, no pierde oportunidad de lanzar alaridos contra el Ejecutivo estatal. Ese es su gran propósito y objetivo.

Las causas de un conflicto poselectoral en realidad no le interesan.

Inés no quiere apagar los ánimos en Coyomeapan, los quiere hacer arder mucho más.

Como siempre quedo a sus órdenes.

Tw @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com


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