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Se desbordó; lo que sucedió rebasó todo lo previsto; fue más allá de lo imaginable. La defensa de los ciudadanos fue impresionante. La realidad es que Puebla se levantó en las urnas.

Lo que presenciamos el domingo 6 de junio fue un auténtico movimiento por la dignidad y al mismo tiempo un enorme voto de castigo.

En muchas casillas de Puebla aún antes de las 8 de la mañana ya se veían filas de cientos de personas; se pensaba que conforme avanzara la jornada la afluencia iría disminuyendo. Pero eso no ocurrió; a las 4 o 5 de la tarde la gente seguía acudiendo a las casillas.

Fue un enorme movimiento social de pro de la dignidad. Fue el momento de decir ya basta a la corrupción; basta al peor cinismo jamás visto; basta de la peor administración municipal en la historia de Puebla.

Este fue un levantamiento en las urnas.

Uno de los más fuertes y robustos movimientos ciudadanos que se haya visto. Los poblanos se levantaron en un auténtico ejercicio democrático para rechazar la abominable, la execrable intención de Claudia Rivera Vivanco de reelegirse.

Una de las peores alcaldesas de todo el país soñaba que podría repetir en el cargo. No solo ella estaba fuera de la realidad, sino toda su burbuja, esos que se enriquecieron de manera salvaje en poco más de dos años.

Dicen que los peores “amigos” son aquellos que dan consejos negativos y te conducen por caminos equivocados. Nuestras abuelas les decían las malas compañías.

Claudia estuvo rodeada de principio a fin por ese tipo de personas.

Flaco favor le hicieron quienes la indujeron a desatar una estéril y peligrosa guerra con el gobernador Barbosa Huerta. Aquellos que con el rostro enrojecido, los ojos desorbitados y apretando los puños le dijeron:

“¡No Claudia no debes permitir que Barbosa te imponga su agenda y menos que te quiera aplicar el mando único policial!… ¡Tu eres la presidenta municipal, haz valer tu autoridad, defiende tu autonomía!… ¡Tienes todo mi apoyo, pero no permitas que Barbosa te imponga su agenda!”.

Así con esos consejos Claudia comenzó una guerra; ahí tienen los resultados de esas “amistades”.

La lectura que debe hacer la Fiscalía Anticorrupción.

La Fiscalía Anticorrupción debe hacer la siguiente lectura; los poblanos ya dieron una sentencia en contra de la opacidad y los manejos turbios. Fue un enorme manotazo social en contra de la corrupción.

Ahora corresponde a la Fiscalía General del Estado atender ese reclamo ciudadano.

Claudia Rivera Vivanco y sus secuaces deben ser formalmente acusados y procesados por todas las anomalías que se documentaron a lo largo de más de dos años.

Fue una corrupción grotesca reflejada en sus bolardos y señalética; en las mini despensas con sobreprecio; en empresas fantasma que recibieron enormes cantidades; incontables contratos que se hicieron por debajo de la mesa; el acaparamiento de leche caduca para entregarla en plena contienda… y un largo etcétera, etcétera.

Hay suficientes evidencias para integrar una treintena de carpetas de investigación.

El gobierno de Claudia fue salvajemente corrupto; con un enorme cinismo y una mezquindad nunca antes vista.

La señora Rivera Vivanco, su hermana y sus secuaces deben ser procesados; llevados ante la justicia, como lo que son.

Esperemos que ahora si, actúe la fiscalía, como ya lo demandó la sociedad poblana.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com


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